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La experiencia de las promesas argentinas en el Básquet Sin Fronteras

Básquet Sin Fronteras

El programa Básquet Sin Fronteras, organizado a la par por NBA y FIBA, tuvo su décima edición en Latinoamérica durante la última semana de junio, en la que más de 60 prospectos de todo el continente viajaron a Medellín, Colombia, para participar del mismo. Durante cuatro días, el campus ofreció herramientas de desarrollo técnico y deportivo a todos los participantes, bajo la tutela de grandes figuras del básquet mundial, quienes también brindaron seminarios sobre aspectos extradeportivos, como alimentación, liderazgo y manejo con la prensa.

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Entre el 24 y 27 del mes pasado, ocho jóvenes argentinos menores de 17 años (categorías 2002 y 2003) vivieron esta experiencia única en primera persona. Lucas Di Muccio, Esteban Cáffaro, Lucas Sigismonti, Federico Copes y Tomás Allende fueron los representantes en la rama masculina, mientras que en la femenina estuvieron Oriana Bangert, Martina Torres y Magalí Vilches.

Entre sus entrenadores, estuvieron dos actuales jugadores de la NBA, como el canadiense Jamal Murray (Denver Nuggets) y el brasileño Bruno Caboclo (Memphis Grizzlies). También formaron parte del staff el boricua Carlos Arroyo, quien jugó 13 temporadas en la liga, con paso por Raptors, Nuggets, Jazz, Pistons, Magic, Heat y Celtics, y la ex jugadora de la WNBA Ruth Riley, ganadora del oro olímpico en Atenas 2004 con la selección estadounidense.

Los testimonios de los chicos argentinos

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“Los entrenamientos consistieron en lo básico: dominio de balón, defensa, comunicación en defensa y pick and roll, entre otras cosas”, comenzó Tomás Allende. “Arroyo y Murray me ayudaron en muchas cosas, sobre todo en cómo debo levantar la vista y mirar más el juego. Quien más confianza me demostró fue Arroyo, ya que jugué para su equipo”, concluyó el tucumano, jugador de Quimsa de Santiago del Estero, quien protagonizó una gran volcada durante un partido.

Entre las representantes femeninas, Bangert destacó la perseverancia de los entrenadores para transmitir sus conocimientos. Estar entre ellos fue una experiencia increíble e inolvidable. Además de ser cracks, te tratan muy bien y siempre quieren enseñarte algo distinto. Estuvimos cerca de ellos todo el tiempo, son muy buena onda. Nos recalcaron que no tenemos que dejar de estudiar nunca. Primero está el colegio, y si te va bien en el mismo, te irá bien en el deporte”, remarcó Oriana, quien se desempeña en Centro Galicia de Buenos Aires.

Para Federico Copes no fue su primera experiencia NBA. El año pasado formó parte de la Academia NBA en Latinoamérica, y hace unos meses viajó a Las Vegas para el showcase de la G-League. Aún así, este campus fue algo muy especial para él. “Lo que más me gustó fue el compromiso que tenían los grandes jugadores y ex jugadores de la NBA con nosotros. Se notaban las ganas que tenían de mirarnos y corregir nuestros errores. También, al llegar a la pista, podíamos ver cómo entrenaban algunos de ellos”, destacó y continuó. “Quien más me marcó fue Jamal Murray. Siempre iba con la mejor onda a darte indicaciones, y hasta te mostraba los ejercicios a máxima velocidad, cosa que no puede hacer cualquiera”, mencionó el escolta de Los Indios de Moreno.

Quien tuvo trato personal con Murray fue Lucas Di Muccio. El base de Lanús pudo intercambiar unas palabras con el armador canadiense, quien recientemente renovó con Denver. “Tuve una muy buena relación con él, ya que jugué para el equipo donde él estaba ayudando al final de los entrenamientos, cuando nos dividimos en equipos y jugamos entre nosotros. Me dijo que le gusta como juego. De ahí en más empecé a hablar más con él y tratar de aprender lo máximo posible de alguien como él, tanto dentro como fuera de la cancha”, aportó Di Muccio.

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Por su parte, Magalí Vilches estuvo sobre los ojos de Ruth Riley, la ex WNBA, quien la eligió para ser parte de su equipo. La jugadora de Centro Galicia entregó sus sensaciones.“La experiencia que te brinda un campus así te ayuda a mejorar, al igual que conocer cómo juegan chicas de otros países. Relacionarse con personas del nivel que tienen los entrenadores es algo increíble. Me gustó la positividad y la forma que tenían para transmitirnos consejos en base a su experiencia”, mencionó.

También, la chubutense Martina Torres contó cómo fue el día a día y qué recuerdos le quedan de sus entrenadores. “Trabajamos sobre la técnica individual, lectura de juego y defensa. Lo hicimos con estaciones de por medio, y terminamos cada entrenamiento cumpliendo un objetivo que era hacerlo bien y demostrar lo aprendido. A lo largo de los días, se fueron enfocando más en la competencia, tanto en el cinco contra cinco como en el uno versus uno”, relató. “Sobre los entrenadores me quedo con la intensidad que mantenían en cada entrenamiento y la energía que le ponían a las explicaciones de los ejercicios. Te hacen sentir muy cómoda. Los aproveché al máximo consultándoles sobre el juego y sus carreras profesionales”, cerró la oriunda de Trelew.

Por último, el marplatense Lucas Sigismonti comentó sobre su vivencia. “Estuvo muy bueno relacionarme con gente que estuvo o está en la NBA. Con quien más me relacioné fue con Bruno Caboclo, porque era asistente de mi equipo. Siempre estaban con la mejor onda, así que lo disfruté mucho”, retrató el interno de 15 años y 2.01 mts.

Además, Sigismonti destacó el interés de los entrenadores por su desarrollo y las charlas que tuvieron con ellos. “Nos hablaron del esfuerzo que uno tiene que hacer para llegar a lo grande, también de cómo fue todo su camino hasta llegar allí y quiénes los ayudaron: familia, amigos, entrenadores y el estudio, que para ellos fue fundamental”, sostuvo.

Finalmente, se refirió a cómo fue la convivencia con sus compañeros de otros países, sobre todo durante los descansos. “Al comienzo fue complicado estar con gente de otros países por el idioma, la mayoría eran brasileños o canadienses. Al pasar el primer día, me acostumbré y la pasé muy bien. Los ratos libres los aprovechamos en el hotel, en una habitación donde había cartas, juegos de mesa y consolas de videojuegos”, culminó el pivote de Kimberley.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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