La noche del martes será por siempre inolvidable en Dallas. En el medio del American Airlines Center, ante la atención de los aficionados que lo amaron durante 21 temporadas y del mundo que miraba expectante, Dirk Nowitzki hizo oficial lo que la mayoría imaginaba: su retiro al finalizar esta temporada. Sí, la visita de este miércoles a San Antonio será la última vez que veremos al alemán en una cancha. Y ya nada será igual.
Más: Dirk Nowitzki hace oficial su retiro: "Fue mi último partido en casa"
Pero lo concreto es que no se trata de algo que sorprenda. El ala pivote de los Mavericks venía meditando la decisión desde hace un tiempo. Y los problemas con su físico, sobre todo con una lesión en el pie izquierdo que se le demandó una cirugía hace un año y que lo llevó a perderse el comienzo de la 2018-2019, fueron uno de los grandes detonantes.
¡Mira los Playoffs en VIVO con la prueba gratis de 7 días de NBA League Pass! Click para Argentina y México.
"Estuve sufriendo con mi pie durante toda la temporada, no es un secreto. Simplemente no lo siento como debería para competir en un alto nivel durante 82 partidos. Recibí muchísimos tratamientos durante la temporada, como píldoras e inyecciones. Pero no tiene sentido continuar con eso durante otra campaña, más allá de que me encantaría estar con el equipo. Me encantaría estar con Kristaps Porzingis, Luka Doncic y el resto de los jóvenes, divirtiéndome y haciendo de mentor lo más que pueda. Pero no tiene más sentido continuar desde lo físico", blanqueó Dirk después del encuentro ante Phoenix.
41.21.1.
— NBA (@NBA) 10 de abril de 2019
Watch as @swish41 is honored by the @dallasmavs and NBA legends in an emotional ceremony following his final home game! #Dirk #MFFLhttps://t.co/J4xdbxn7w5
Nowitzki amplió en los detalles: "Lo que terminó pasando es que, mientras más movimiento tenía con el tobillo, la artritis aparecía mucho más y me sentía con dolor todo el tiempo. Fue una temporada dura, pero seguí llevándola adelante. Estoy feliz de que casi ha terminado".
Más: Dirk Nowitzki recibe múltiples homenajes en un partido de récord.
El alemán, cerca de los 41 años, dio una mínima mirada de lo que vendrá para él. "Quiero despejar mi cabeza. Quiero viajar, disfrutar de mi familia, que ha sacrificado mucho en los últimos años, quiero estar con mis hijos... Y después se verá. Estoy seguro que después de uno o dos años así, algo aparecerá y encontraré mi pasión. Y estoy seguro de que seguiré ligado a los Mavericks de alguna manera", remarcó.
Y claro, las emociones serán fuertes cuando llegue el final ante San Antonio (este miércoles). "Sé que voy a extrañar muchísimo todo. Pero es hora", cerró una leyenda sin igual en la historia.