Se acerca la noche del 18 de noviembre y nosotros seguimos repasando a los mejores proyectos del baloncesto universitario e internacional elegibles para el Draft 2020 de la NBA. Ahora le llegó el turno de nuestro análisis a Emmitt Williams, interno surgido de LSU.
¿Quién es y cómo juega Williams? Lo analizamos a continuación.
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Información personal
Emmitt Williams es un ala pivote de 1,98 de estatura y 104 kilogramos, nacido el 15 de septiembre de 1998 en Fort Myers, Florida. Williams fue un brillante jugador de secundaria, siendo considerado uno de los mejores proyectos de cara a su llegada a la NCAA de la mano de LSU. En el 2018 disputó el Jordan Brand Classic (partido para los mejores seniors del High School) y rompió el récord del evento, previamente en manos de LeBron James, anotando 44 puntos.
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Su primer año en LSU, sin embargo, no fue nada bueno: promedió solo 7 puntos y 5,4 rebotes, siendo desplazado en la rotación por otro freshman como Naz Reid, hoy jugador de los Minnesota Timberwolves. Ya con Reid en la NBA, Williams tuvo mucho más protagonismo en la 2019-2020 y subió su media a 13,3 puntos y 6,6 rebotes en 28 minutos por presentación.
Fortalezas
Lo primero que destaca de Williams es su extraordinaria capacidad atlética. Es uno de los mejores atletas de este Draft, combinando velocidad, agilidad y explosión.
Más de la mitad de sus tiros en la 2019-2020 llegaron en situaciones de definición, donde es extremadamente seguro. Juega por encima del aro y define lo creado por sus compañeros: pick and rolls, cortes sin balón o simples asistencias para que termine la jugada en la pintura.
Tomó casi 7 tiros libres por cada 40 minutos en la 2019-2020 y anotó un muy buen 77% de ellos.
Excelente rebotero ofensivo, que sabe transformar esos tableros en puntos. Tremendamente activo: juega con un altisimo nivel de energía e intensidad. Jugador de esfuerzos extras.
Corre muy bien la cancha y es un peligro en transición. Clave para un jugador con limitaciones para anotar en la media-cancha.
Todavía está lejos de ser un tirador siquiera correcto, pero anotó 8-19 triples (42%) en la 2019-2020, lo cual sumado a su porcentaje en libres es una buena señal de cara a su desarrollo como cuatro abierto.
Defensivamente, Williams ofrece una buena cuota de versatilidad, siendo más eficiente defendiendo alejado del aro que frente a jugadores más grandes en la pintura. Puede mover los pies y mantenerse con externos en el perímetro, algo fundamental en el básquet de hoy. Aquí también juega con mucha dedicación.
Debilidades
Williams está claramente limitado por su estatura. Es un jugador casi puramente interior en este momento, pero apenas mide 1,98. Sin importar cuan atlético sea, ese es un problema importante de cara a competir en un nivel más alto.
Todavía no tiene confianza en su tiro. Aquí lo vemos dejar pasar un disparo a media distancia, para terminar forzando un lanzamiento incómodo, sobre la marca. Su enfoque debe ser convertirse en al menos un tirador aceptable a media y larga distancia.
Bajo nivel técnico: no va a crear demasiado con el balón en las manos, no es un buen pasador y suma una cantidad de pérdidas por encima de la media. En la NCAA dependió más de su dominio físico, atlético y de intensidad que de sus habilidades y recursos.
Defensivamente su impacto tiene un techo debido a su estatura, pero además no fue lo productivo que uno esperaría en LSU. Sus 1,6 tapones por cada 40 minutos son una cifra baja para un interno de sus condiciones atléticas en la NCAA y también evidenció algunos problemas como rebotero defensivo.
Esta acción demuestra parte de su debilidad: tiene la agilidad para mantenerse con un velocista como Kira Lewis Jr, pero luego no posee la suficiente presencia física como para defender el tiro en la pintura del interno de Alabama y es movido de su posición sin muchos problemas.
Posición de Draft proyectada: 2° Ronda.
Comparación NBA: Kenneth Faried.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.