Minnesota y sus opciones con el 1° pick del Draft 2020

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Minnesota Timberwolves

"Es un buen año para tener el primer pick", declaró Gersson Rosas, Presidente de Operaciones de Baloncesto de los Minnesota Timberwolves, algunos días atrás. La referencia del colombiano estaba vinculada a la cantidad de tiempo que tuvieron para analizar no solamente a los diferentes proyectos, sino cada una de las alternativas por las que pueden optar en la noche del Draft. Y es que cuando el próximo 18 de noviembre empiece a correr el reloj, lo hará para una franquicia que por entonces llevará ocho meses sin partidos oficiales y que se ha podido preparar desde todo punto de vista para tomar la mejor decisión posible.

Esa disposición de tiempo fue especialmente importante para Minnesota, en el contexto de un Draft 2020 repleto de incertidumbre y sin ninguna garantía. De hecho, a unas dos semanas del evento, hay todavía muchísimos rumores y opiniones divididas sobre lo que puede llegar a hacer la franquicia en la que trabaja Pablo Prigioni como asistente técnico. Es por eso, que como preparación para las emociones fuertes que seguramente viviremos en esa jornada de miércoles, es el momento de frenar la bola y repasar una a una, exactamente cuáles son esas opciones de las que disponen los Timberwolves.

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¿Ceder algunos puestos en el orden de elección con tal de sumar a un jugador probado?, ¿buscar un traspaso por una estrella?, ¿utilizar el primer pick? Y si así fuera, ¿a quién elegir? Veamos el panorama de cada caso en particular.

Bajar en el orden

#Kennard

Trade down. La frase tan escuchada en estas semanas en relación a equipos como Golden State o el propio Minnesota, hace referencia a la estrategia de retroceder algunos puestos en el orden, con la idea de sumar en el proceso algún jugador extra. No necesariamente una estrella, pero sí alguien que pueda ser útil de inmediato. La idea es simple: en un Draft donde no hay garantías sobre quién es el mejor proyecto, hay conjuntos que podrían preferir incorporar un sexto o séptimo pick (por poner un ejemplo) más un jugador probado, en contraste con simplemente elegir en el tope del ordenamiento.

El trade down tendría bastante sentido para Minnesota, un conjunto que necesita empezar a ser competitivo y evitar con Karl-Anthony Towns una situación similar a la vivida en New Orleans con Anthony Davis, en la que una súperestrella nunca tiene la suficiente compañía como para dar pelea. Por eso, incorporar a algún jugador ya con experiencia NBA, además de retener una selección en el medio de la Lotería, sería una opción completamente lógica para los Timberwolves.

El problema, sin embargo, es que para que se cumpliera esa estrategia se necesita un socio. Y conseguirlo podría ser particularmente difícil para Minnesota. Repasemos la situación de los otros equipos que eligen en el Top 10 del orden.

  • Golden State (2°): No solo no parece lógico que suban en el orden, sino que probablemente también estén buscando bajar.
  • Charlotte (3°): Si van a seleccionar un pivote (Wiseman u Okongwu) no tendría demasiado sentido que suban hasta el uno, a menos que crean que Minnesota les va a robar a su jugador, lo cual parece poco probable. El canje para los Hornets pareciera estar más apuntado a los Warriors.
  • Chicago (4°): Los Bulls estarían principalmente interesados en playmakers como Avdija, Ball o Hayes, de los cuales seguramente habrá al menos dos disponibles en el cuarto pick.
  • Cleveland (5°): Los Timberwolves necesitan ayuda en las posiciones 2-3 y el único jugador de los Cavs que podría ayudar allí es Cedi Osman. ¿Suficiente para bajar cuatro posiciones en el Draft? Si viene acompañado de algún pick futuro más no lo descartamos, pero no parece demasiado probable.
  • Atlanta (6°): Los Hawks están en una situación similar a Minnesota. Necesitan jugadores que los ayuden a ganar en la 2020-2021. Ya tienen suficientes proyectos.
  • Detroit (7°): Los Pistons podrían ser un socio lógico. Ampliaremos.  
  • New York (8°): Los Knicks pueden subir en el orden, pero no necesariamente hasta el primer pick. Todo indica que seleccionarán a un base (Ball, Hayes, Haliburton) y no parece que Minnesota vaya a elegir en esa posición.
  • Washington (9°): No parecen tener piezas traspasables que pudieran ayudar a Minnesota.
  • Phoenix (10°): Otro equipo que podría estar pensando más en bajar en el orden, que en sumar a otro proyecto de élite.

Del Top 10, la opción más probable parecería estar ligada a los Pistons. ¿Qué podría ofrecer Detroit a cambio del 1° pick? Un paquete centrado alrededor del 7° pick, Luke Kennard (con alguna garantía de que va a renovar inmediatamente en Minnesota) y posiblemente, algún pick futuro extra. La llegada de Kennard estaría lejos de ser un movimiento impactante, pero despierta la misma pregunta: ¿es preferible tener solo el primer pick o sumar a Kennard más un séptimo pick que podrían usar en Devin Vassell, Isaac Okoro o Tyrese Haliburton?

Al fin y al cabo, todo se centra en cuán seguro esté Minnesota sobre su proyecto favorito para elegir en el primer pick. Si están convencidos de que seleccionarán a una estrella que inmediatamente los haga mejores, la opción de bajar en el order perdería todo tipo de sentido. Pero si como para muchos analistas, esa confianza en jugadores como Edwards, Ball o Wiseman no es extrema, un movimiento de este estilo pasaría a cobrar mucha más fuerza.

Traspaso por una estrella

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Claro que el escenario de un traspaso podría no limitarse simplemente a bajar en el orden. Quizá Minnesota directamente ceda su elección en el Draft, buscando una estrella, sin recibir otro pick a cambio. Allí el panorama es bastante más amplio, aunque con un factor importante a tener en cuenta: la falta de un primer pick seguro como podía ser Zion Williamson en el 2019, hace menos probable que una franquicia esté dispuesta a desprenderse de un jugador importante.

Igualmente, hay algunos casos para tener en cuenta como posibilidades. Repasemos cuatro de ellos.

Victor Oladipo

El contrato de Oladipo se vence al terminar la próxima temporada, por lo que los Pacers podrían buscar algunas opciones de traspaso, antes de potencialmente perderlo en la Agencia Libre 2021. Especialmente luego de una 2019-2020 con bastantes idas y vueltas, en términos de lesiones, disponibilidad y rendimiento del ex Oklahoma City.

Lo curioso es que una de las comparaciones más frecuentes para Anthony Edwards es justamente Oladipo. Por ende, ¿tendría sentido para los Timberwolves el movimiento, siendo que pueden sumar a una versión potencialmente similar, pero varios años más joven y sin esa incertidumbre contractual del hombre de los Pacers? No se puede descartar, pero hablaría de la necesidad extrema de Minnesota de fichar a un jugador veterano que los ayude en el corto plazo, por encima de una visión a futuro.

DeMar DeRozan

Hablando de jugadores veteranos, otra de las opciones es la del actual escolta de San Antonio, a quien aparentemente los Spurs estarían poniendo en el mercado de traspasos. El limitante en este caso es el contrato elevado de DeRozan, quien ganará 27,7 millones de dólares en la 2020-2021 (la última de su contrato). Para igualar los salarios en un potencial canje, Minnesota debería incluir además del primer pick, a piezas como James Johnson, Jake Layman, Jacob Evans y/o Omari Spellman. Ninguna, vale decirlo, especialmente valorada por los Timberwolves (Layman es el mejor de ese grupo).

La sensación es que los Spurs estarían más que dispuestos a realizar este movimiento, teniendo en cuenta que ya tienen su perímetro cubierto con jóvenes de calidad y podrían apuntar a un interno con el primer pick (Wiseman, por ejemplo). La duda es cuánto pueden ofrecer para convencer a Minnesota. Con DeRozan solo no alcanza: deberían incluir su pick 11° de este Draft, alguna selección futura y probablemente también algún proyecto de nivel medio, como puede ser Keldon Johnson.

Jrue Holiday

Por encaje y rendimiento, Holiday puede ser visto como el mejor jugador potencialmente disponible para Minnesota. El ex Philadelphia ha demostrado que puede jugar junto a otro portabalón como D'Angelo Russell, mientras que le daría a los Timberwolves una presencia defensiva extremadamente necesaria.

El interrogante mayor viene por el lado de New Orleans. ¿Estarían dispuestos a desprenderse de uno de sus mejores jugadores, a cambio de una apuesta arriesgada como pueden ser Edwards, Ball o compañía? Si la visión del equipo es tener paciencia y formar el mejor plantel a largo plazo, probablemente la respuesta sea sí. Pero con el antecedente de lo ocurrido con Davis, más su floja campaña 2019-2020, no sorprendería que la prioridad para los de Stan Van Gundy pase más por el corto plazo. Y allí, cambiar a Holiday por el primer pick perdería sentido.

La propia contratación de Van Gundy apunta a esa segunda opción, pero igualmente el traspaso está lejos de ser un escenario imposible.

Aaron Gordon

Hay varios factores que hacen que un traspaso alrededor de Gordon por el primer pick tengan sentido para ambos lados. Desde la óptica de Orlando, sería reconocer que el actual estado del plantel tiene la mitad de tabla como techo, dando un paso atrás en el inmediato pero si tienen suerte, sumando a una estrella para el largo plazo. El Magic necesita encontrar esa clase de jugador y ya ha quedado claro que Gordon no lo será.

Para Minnesota, el encaje parece ser el ideal: Gordon podría dar mucho más en un contexto como el de los Timberwolves, rodeado por mejores jugadores ofensivos que en Orlando y sobre todo, con un equipo dispuesto a correr la cancha constantemente. Minnesota tuvo el cuarto ritmo de juego más alto de la 2019-2020, mientras que el Magic apenas el 25°.

Gordon es una joya atlética como pocas veces se han visto y en un conjunto que le diera rienda suelta, podría terminar de explotar sus condiciones. Además, defensivamente sería una pieza valiosa, compensando algunos de los defectos que tienen Russell y Towns en ese costado.

¿Algo como Aaron Gordon y el pick 15° a cambio de James Johnson (necesario en cualquier canje por temas salariales) y el pick 1°? Para nada ilógico.

Usar el pick

#Edwards

Más allá del juego de potenciales movimientos, hay un alto porcentaje de chances de que los Timberwolves sencillamente decidan quedarse con el primer pick y elegir al jugador que mejor valoren para el presente y futuro de la franquicia. ¿Quién podría ser el apuntado en ese caso?

James Wiseman es uno de los proyectos que más allá de sus interrogantes (solo jugó tres partidos NCAA), tiene condiciones naturales clásicas de un pick uno: es enorme, con brazos largos y una capacidad atlética fenomenal para un jugador de su tamaño. Aún si técnicamente todavía debe desarrollarse, tiene las mejores herramientas de cualquier proyecto de esta clase 2020.

El problema con Wiseman es el encaje con Towns. En ofensiva pueden jugar juntos tranquilamente, gracias a la versatilidad del dominicano. Pero en defensa, la situación se complica: Wiseman necesita estar en la pintura para poder impactar a la hora de proteger el aro, lo cual inmediatamente forzaría a KAT a marcar al cuatro rival. Y aunque en años anteriores esto hubiera tenido hasta cierta lógica, la NBA actual es muy diferente: defender al ala pivote contrario significa tener que estar emparejado con jugadores como Pascal Siakam, Jayson Tatum, Giannis Antetokounmpo o hasta LeBron James... tareas titánicas para un jugador de flojo rendimiento en ese rubro como Towns.

En términos de talento puro, LaMelo Ball también está en la discusión. Pero el menor de la dinastía llega con su propia incertidumbre que le juega en contra: hay muchas dudas sobre si está listo desde un punto de vista de madurez para cargar con la presión de un primer pick, su juego es extremadamente inconsistente en ambos costados y tampoco encaja de la mejor manera con Russell. Los dos precisan el balón en sus manos para ser efectivos, tema que también le juega en contra a otro proyecto top como el francés Killian Hayes.

¿Deni Avdija? Es una de las apuestas más seguras y tendría un complemento interesante en estos Timberwolves, pero hay dudas sobre si los equipos NBA ven en el israelí potencial de súperestrella

El filtro nos deja entonces con el nombre más lógico y probable: Anthony Edwards. Más por descarte, que por rendimiento propio. El perimetral de Georgia no es ninguna garantía: viene de un año irregular en la NCAA, su toma de decisiones y selección de tiro deja bastante que desear, mientras que defensivamente no siempre juega con la intensidad que uno esperaría.

Pero por otro lado, Edwards es uno de los mejores atletas del Draft, tiene un físico soñado para un 2-3 NBA y aunque de manera irregular, muestra condiciones de desequilibrio ofensivo muy interesantes. Además de encajar perfectamente junto a Russell y Towns, al ser un jugador que puede jugar con o sin la bola en su poder. Imaginen, por ejemplo, una versión más potente y completa de lo que vieron los Timberwolves en la 2019-2020 con Malik Beasley.

Edwards es la opción más tradicional a la que podría apostar Minnesota: un prodigio físico y atlético, que además se desempeña en una posición de necesidad para el equipo. Pero como ya vimos, está lejos de ser el único camino que tienen los Timberwolves por delante. Y de la mano de un dirigente como el colombiano Gersson Rosas, quien trabajó durante más de una década junto a Daryl Morey en Houston, no debería sorprender a nadie si terminan optando por una alternativa mucho menos convencional... un pensamiento out of the box, dirían en Estados Unidos. Después de todo, nada es seguro en este particular NBA Draft 2020.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.