Seguimos conociendo a los mejores proyectos del NBA Draft 2021 y en este caso es tiempo de hablar de Miles McBride, base surgido de West Virginia, donde pasó sus dos temporadas NCAA. Su 2020-2021 fue realmente destacada, promediando 15,9 puntos y 4,8 asistencias con un 41,4% en triples, consolidándose como un posible pick de 1° Ronda, a pesar de no haber llegado a la competencia con la reputación de ser un futuro NBA.
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McBride es un base sin gran altura (1,89) pero que compensa con muchas otras herramientas naturales muy destacadas, tanto desde lo físico como desde lo atlético. Posee brazos súper largos (1° en el Combine en envergadura entre bases), es muy fuerte (3° con más kilos entre esos bases) y es realmente atlético (1° entre esos bases en salto vertical). En ese sentido luce como un jugador NBA y no debería tener mayores problemas desde esos aspectos.
Ofensivamente, lo mejor de McBride llega como tirador. Tomó 3,8 triples por partido en la 2020-2021 y convirtió un excelente 41,4% de ellos. Mucho más certero en catch and shoot (43%) que desde el drible (33%).
Un problema en el perfil tirador de McBride pasa por la selección de tiro. Fuerza demasiados dobles largos, aún sin dominar ese disparo: solo lanzó 33 de 102 en esos tiros desde el drible en la 2020-2021 (32%). Se trata de un jugador potente y explosivo, pero sin el mejor manejo creativo, lo cual muchas veces le impide llegar hasta el aro y lo fuerza a levantarse a mitad de camino.
Otra virtud interesante de McBride pasa por su juego físico. Fue normal verlo atacando a rivales desde el poste bajo, algo realmente inusual para un jugador de menos de 1,90. Y desde allí fue extremadamente efectivo cuando buscó sus puntos: lanzó un extraordinario 10-14 en situaciones de poste bajo. También fue seguido a la línea de libres y superó el 80% desde allí.
Como definidor fue bastante efectivo en West Virginia (58% en el área restringida), pero de nuevo, se proyecta como alguien que podría tener sus limitaciones a la hora de llegar hasta el aro por su propia cuenta, creando desde el pick and roll o en aclarados. Además, tampoco destaca especialmente como pasador u organizador de juego. Su rol ideal probablemente sería en un equipo que cuente con otro manejador alto, que le permita emparejarse con un base en defensa, pero jugar como tirador en ataque.
Más allá de todo esto, donde Deuce McBride realmente brilla es en defensa. Ya vimos que sus herramientas naturales (longitud, potencia, capacidad atlética) son excelentes, pero además las pone en uso con gran dedicación y energía. Obviamente debe seguir consolidándose, pero tiene todo para transformarse en un especialista, al menos frente a ciertos matchups (la altura lo limita un poco).
Tremendo ladrón de balones (2,2 por 40 minutos), sólido rebotero y hasta pone tapones al ritmo de alguien bastante más alto.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.