Seguimos repasando los perfiles de los mejores proyectos de cara al NBA Draft 2021 y en este caso es tiempo de poner la lupa en Moses Moody, un escolta de 1,98 de estatura y apenas 18 años, formado en la Universidad de Arkansas, donde promedió 16,8 puntos, 5,8 rebotes y 1,6 asistencias en 33,8 minutos en su primer y único año NCAA.
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Además del potencial de crecimiento que le da su corta edad (aún comparándolo con otros proyectos), parte del interés que recae sobre Moody pasa por sus virtudes físicas: mide casi dos metros, una altura ideal para la posición de escolta y tiene brazos larguísimos que lo ayudan en diferentes aspectos. Atléticamente no es un fuera de serie, pero también es sólido.
En términos de características ofensivas, lo mejor de Moody pasa por el tiro externo. Tomó 5,1 triples por partido en la NCAA y anotó un correcto 35,8% de ellos. Casi todas esas conversiones llegaron en acciones de catch and shoot, disparos en los que lanzó un 38%. Buena mecánica de disparo.
Moody tiene también potencial a la hora de transformarse en una amenaza como triplero entre cortinas indirectas, gracias a su buen movimiento sin balón y longitud para sacar sus tiros por encima de la marca. Sin embargo, debe consolidar esa parte de su juego: solo lanzó 11 de 37 (30%) en esa clase de posesiones durante su estadía en Arkansas. Puede dar más a futuro.
Muestra la habilidad para tomar lanzamientos a media distancia desde el drible, situación a la que recurre con bastante frecuencia cuando pone la bola en el suelo. Lanzó un 36% en dobles largos desde el drible en la 2020-2021.
De todas maneras, Moody todavía tiene camino por recorrer como tirador. No solo debe mejorar los porcentajes de algunas áreas en las que muestra destellos interesantes, sino también demostrar una mayor versatilidad como triplero. Hoy depende casi exclusivamente del lanzamiento en catch and shoot y casi no anota triples desde el drible: solo 4 sobre 17 intentos en toda la temporada pasada.
La falta de generación con el balón en las manos es quizá el mayor limitante de Moody en este momento. Hoy no es capaz de crear su propio tiro con frecuencia y produjo muy poco en acciones de aclarados o pick and roll. Jugó mayormente sin la bola en la NCAA y esa podría ser su función NBA, a menos que tenga un progreso marcado, lo cual le resta potencial de estrella. No se destaca como pasador y de hecho sumó más pérdidas (52) que asistencias (51) en Arkansas.
Un punto interesante de Moody es que aún cuando no va a crear su tiro con consistencia, llega hasta el aro con mayor frecuencia de la esperada. Sea gracias a sus buenos cortes sin balón o a su capacidad para atacar algún close-out y atacar el hueco abierto en la pintura. No es un jugador que se limite al perímetro, sino que le suma sus intentos interiores, aunque no fue el definidor más seguro en la 2020-2021 (incapaz de terminar con la mano izquierda). Otro dato importante a su favor: saca muchas infracciones (6,9 por 40 minutos) y superó el 80% en tiros libres.
Otra vía de puntos en la pintura viene por su capacidad para cargar al rebote ofensivo. Muy productivo en esa función.
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Defensivamente Moody es interesante y con herramientas positivas ligadas a su altura, largo de brazos, sólida capacidad atlética y buena dedicación. Puede marcar en el uno contra uno o sin la bola y ofrece versatilidad para defender múltiples posiciones. Promedió 0,8 tapas por cada 40 minutos en Arkansas. Tiene futuro como 3&D.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.