Seguimos analizando a los mejores proyectos de cara al NBA Draft 2021 y en este caso vamos a poner la lupa en uno de los más grandes talentos que esta clase tiene para ofrecer: Scottie Barnes, un perimetral de nada menos que 2,06 metros de estatura y 19 años, que viene de jugar una temporada en Florida State, promediando 10,3 puntos, 4,1 asistencias, 4 rebotes, 1,5 robos y un 50% de campo en 24,8 minutos por presentación.
Lo primero que destaca de Barnes son sus condiciones naturales. Para un jugador que vio muchos minutos como el portabalón principal de su equipo, tiene una altura y largo de brazos extraordinario, a lo cual le suma buenas herramientas atléticas. Hablamos de una verdadera joya en ese sentido, apareciendo como uno de los jugadores de techo más alto de este Draft, más allá de aún tener que madurar la mayor parte de su juego.
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Lo interesante de Barnes es que no solo se queda en sus virtudes físicas, sino que a eso le suma un alto nivel técnico. Como marcamos, fue capaz de funcionar como base en Florida State y es un jugador que se siente cómodo con el balón en las manos, sea para crear por su cuenta o para sus compañeros. No tiene el manejo de un perimetral de élite, pero su drible y fluidez no está nada mal para alguien de su altura y edad.
Ve sin problemas por encima de la defensa gracias a su estatura y puede encontrar ángulos de pase con facilidad. Promedió 6,6 asistencias por cada 40 minutos en la NCAA, un número excelente.
La ventaja de tamaño de Barnes frente a otros guardias también le permite jugar posteado. Lanzó un buen 57% jugando en el poste bajo en una muestra pequeña y gracias a su visión puede hacer pagar las doble-marcas rivales, descargando para un compañero abierto.
Barnes también tiene talento para crear sus propios puntos y el 12% de sus posesiones en Florida State llegaron en situaciones de aclarados, anotando 0,77 Puntos Por Posesión (PPP) en ellas. Su arma principal: atacar el aro como un tren con sus pasos largos y una vez que llega hasta la pintura, es un definidor seguro y explosivo.
De todas maneras, ese 0,77 en aclarados no es demasiado elevado, ya que básicamente hablamos de un jugador limitado a las penetraciones y sin otros recursos seguros como anotador, además de ser bastante descuidado con la bola. Ya tocaremos ambos temas.
Algo muy similar le sucede en términos de su manejo del pick and roll: casi el 20% de sus posesiones llegaron por esa vía, un porcentaje elevado para un jugador de 2,06 metros, pero apenas sacó 0,74 PPP. De nuevo, es peligroso atacando el aro, pero le faltan variantes.
La falta de tiro es ciertamente un problema para Barnes. Tomó solo 2,7 triples por 40 minutos en Florida State y apenas anotó el 27,5% de ellos. Y todo eso con una línea de tres más cercana que la de la NBA. Tampoco se mostró certero en cuanto a dobles largos o disparos desde el drible, mientras que lanzó un muy pobre 26% en cualquier tipo de catch and shoot. Su 62% en libres tampoco invita a imaginar un progreso demasiado elevado en este aspecto.
¿Otro problema claro? Las pérdidas. Sumó una en el 20,7% de sus posesiones, una cifra demasiado exagerada. Esos descuidos impactan a su eficacia creando desde aclarados y pick and roll, pero también muestra algunos pases imprecisos en situaciones más sencillas. Hablamos de un jugador con enorme potencial, pero todavía con claras señales de inmadurez en su repertorio.
Una virtud favorable y muy importante en su juego es su producción en transición. El 23,1% de sus posesiones llegaron por esa vía y sus 1,7 conversiones por 40 minutos son la séptima mejor marca entre los 90 mejores proyectos NCAA del Draft, convirtiendo un excelente 72% de sus disparos allí. Su combinación de manejo, velocidad y paso largo lo hacen muy peligroso a campo abierto.
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Aún con todo su potencial ofensivo, es en defensa donde Barnes probablemente tenga un techo más alto. Tiene absolutamente todo para ser un marcador diferencial y extremadamente versátil, combinando altura, brazos largos y virtudes atléticas. Y lo más importante: a eso le agrega buena dedicación y energía. Capaz de defender múltiples posiciones y lo hemos visto batallar contra bases y pivotes en un mismo partido. Ideal para la NBA actual.
Puede sufrir frente a perimetrales más bajos y muy elusivos, pero en general, su impacto es altamente positivo. Tal como lo refleja el 23% que permitió cuando defendió aclarados. Además promedió 2,4 robos y 0,7 tapones por cada 40 minutos, junto a 6,5 rebotes (mejor rebotero en ataque que en defensa).
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.