Y sí. Con el trabajo cumplido, Kawhi Leonard al fin rompió su forma habitual y largó su sonrisa. No es para menos su festejo, ya que detrás de su trabajo silencioso hay un logro sensacional, una campaña magnífica en estos Playoffs y unas Finales para el recuerdo que terminaron con el primer título para Toronto Raptors (4-2 ante Golden State Warriors), su segundo personal y ambos con MVP de las definiciones.
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Justamente Kawhi, ese que llegó mirado de reojo desde el canje de San Antonio Spurs a comienzo de temporada. Por haber dejado atrás al mejor de la historia de la franquicia hasta ese momento (DeMar DeRozan), y por las dudas de su físico tras casi un año inactivo. Vaya si las dejó enterradas. Y ahora, cuando mira hacia atrás, disfruta del esfuerzo.
The thrill of victory...@kawhileonard x @Klow7 #PhantomCam#WeTheNorth pic.twitter.com/AP5YPkaGou
— NBA (@NBA) June 14, 2019
"En mi primer día en la franquicia estaba enfocado en el ahora. Quería hacer historia en Toronto, y eso es lo que hice. Yo juego al básquet sin importar la camiseta que me pongo. Los chicos aquí estaban haciendo buenas campañas en los Playoffs antes de que yo llegara, así que sabía que era un equipo talentoso. Llegué con la mentalidad correcta, quería salir y ganar partidos", remarcó Kawhi en la conferencia de prensa después de la consagración. Y también agregó un detalle de su diálogo con Kyle Lowry en ese momento: "Le escribí un mensaje el día después, o el mismo día del traspaso. Le dije 'vamos y hagamos algo especial. Sé que se fue tu mejor amigo, sé que estás enojado, pero hagamos esto funcionar'. Y acá estamos".
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Además, el alero dejó un mensaje para cerrar aquellos cuestionamientos que tuvo por su último año en San Antonio, donde los problemas (y las dudas) sobre su físico marcaron el camino de salida. "Durante ese año, mucha gente dudaba de mí. Pensaban que estaba fingiendo una lesión, o que no quería jugar para un equipo. Fue decepcionante, porque yo amo el básquet. Como siempre lo digo: si no jugamos, si estamos lesionados, es porque realmente lo estamos. Pero sabía que tenía que ser feliz yo mismo, y no tenía que hacer feliz al resto. No importa lo que el resto diga de mí. Sé quién soy como persona, sé cómo me sentía y siempre confío en mí mismo. No trato de crear titulares, son cosas que aprendí durante mi carrera en la liga", analizó. Y agregó:
"Yo no iba a regresar hasta saber que podía ser el jugador que soy ahora. Quería regresar en tiempo y forma, y sin tener que jugar cinco partidos antes de lesionarme de nuevo. Ganar este campeonato es especial por la forma en que todos me miraban el año pasado. Me mantuve real conmigo mismo, y tuve un gran apoyo detrás. Cuando llegué a Toronto, entendieron todo y se construyó desde ahí".