Si hay que empezar por una estadística para apoyar la evidencia de que la serie de Ben Simmons frente a Toronto Raptors ha sido una verdadera decepción, es esta: en cinco partidos, el base de 2,08 metros fue a la línea de libres apenas cuatro veces. Sí, cuatro (4).
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Equiparado con el de Kyle Lowry, el armador de Toronto Raptors, el caso queda aún más expuesto: Lowry fue 18 veces a lanzar desde la línea de castigo, números para nada impresionantes pero sí esperables de un base que además de pasar y hacer jugar al equipo, tiene el deber de poner en jaque a los defensores atacando el aro cuando lo vea necesario.
Ben Simmons and the @sixers couldn't get it done on the road as Toronto take the series lead. #PhilaUnite pic.twitter.com/BWnh6Wz0Qw
— NBA Australia (@NBA_AU) May 8, 2019
Los splits de Simmons tampoco están a la altura de lo que fue en la temporada regular. En esta serie apenas promedia 9,4 puntos (es el titular con menos cantidad de los cinco) 7,0 rebotes y 4,6 asistencias, números extremadamente inferiores a sus promedios en la fase regular que fueron de 16,9 puntos, 8,8 rebotes y 7,7 asistencias.
El australiano no ha sabido darle la vuelta a la defensiva de Toronto. No ha podido imponer su juego, aprovechar su físico providencial para un jugador en su puesto, ni tampoco administrar bien la pelota en lo que va de las Semifinales (acumula ya 12 pérdidas). Simmons es el principal responsable de que Philadelphia apenas haya anotado 73 puntos en 80 posesiones antes de que se desnaturalize el encuentro. ¿Estará a tiempo de darle la vuelta, como lo hizo frente a Brooklyn en la primera ronda? Esta vez no tendrá una red de protección, ya que la caída implica las vacaciones automáticas de él y su equipo.