NBA Playoffs 2019: ¿Qué esperar de la serie entre Golden State Warriors y Houston Rockets?

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Stephen Curry y James Harden

El Oeste levanta temperatura y vibra con una final anticipada: Golden State Warriors, actuales bicampeones, se enfrentarán a Houston Rockets en las semifinales después de que ambos se impongan en la primera ronda frente a Los Angeles Clippers y Utah Jazz, respectivamente. Será la reedición del apasionante duelo de la temporada pasada, en el que Golden State Warriors remontó un 2-3 para clasificar a la final de la NBA en siete juegos. 

Después de una irregular temporada regular sostenida por los registros históricos de James Harden, Houston parece haber recuperado su mejor versión, aquella que lo convirtió en una amenaza real y tangible a los intereses de unos Warriors que irán en busca de su tercer título consecutivo. En tanto, el equipo de Steve Kerr perdió a Boogie Cousins pero se mantiene como una formación prácticamente imbatible. ¿Es imbatible? La respuesta la encontraremos en la inminente serie que promete captar la atención del mundo entero. 

¿Quién detiene a los Warriors? 

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Houston perdió en la última agencia libre a dos jugadores que resultaban fundamentales en la estructura defensiva de Mike D'Antoni: Trevor Ariza y Luc Mbah a Moute se marcharon rumbo a Phoenix Suns y Los Angeles Clippers respectivamente. Daryl Morey corrigió durante el curso sus fallidas decisiones en el mercado -Carmelo Anthony, la principal víctima-, profundizó las opciones de la segunda unidad con las incorporaciones de Austin Rivers, Kenneth Faried e Iman Shumpert y Houston consiguió la clasificación a playoffs tras un comienzo errático gracias a la Barba.

Sus problemas defensivos, maquillados a partir de las incorporaciones que consiguió Morey, podrían quedar nuevamente al descubierto frente a una de las mejores ofensivas de la historia. 18º en Net Rating defensivo durante la temporada regular, los Rockets no parecen tener activos disponibles para controlar a todas las opciones que los Warriors tienen en ataque. Los emparejamientos son ampliamente favorables al combinado de Kerr, incluso después de la lesión de DeMarcus Cousins. 

Houston parte de una desventaja obligada: James Harden, una de las estrellas más flojas de la liga en el costado defensivo, tendrá que estar prácticamene los 48 minutos de cada partido para que los Rockets tengan chances de imponerse a los Warriors. El desgaste inherente a su dependencia en ataque (39.5% de usage durante la temporada regular), combinado con sus pocas virtudes en defensa, hacen de Harden el punto débil en el entramado de D'Antoni. 

Por otra parte, Houston puede multiplicar sus esfuerzos para domar a Stephen Curry pero Kevin Durant, Klay Thompson y Draymond Green estarán listos para dinamitar los espacios que Houston deje atrás. Lo mismo sucederá si se enfocan en otro de los nombres propios: Houston no tiene jugadores suficientes para estropear el ataque de Golden State. 

El factor Chris Paul 

Chris Paul

En las finales de la postemporada 2018/2019, Golden State estuvo al borde de la eliminación: con Harden y Paul en plan estelar, Houston se imponía por 3-2 hasta que Chris Paul cayó lesionado. Sin él, Houston compitió pero los Warriors igualaron la serie en el Oracle Arena y se impusieron en el séptimo partido en el Toyota Center después de remontar un déficit de 17 puntos. 

El historial de lesiones de Paul, especialmente en postemporada, es un lunar en la carrera de uno de los mejores bases de la liga en los últimos años. Aún cuando sus cifras fueron menores a las de la campaña anterior (15.6 puntos, 8.2 asistencias, 4.6 rebotes y 2 robos por partido) y a pesar de sus 33 años, Paul sigue siendo un base de élite tanto en ataque como en defensa, siempre que esté sano. 

Aunque parece un detalle que depende de la suerte, las dudas en torno a su salud son lógicas por su historial de lesiones: volvió a disputar 58 encuentros en el año, misma cifra que en 2017-2018. Lejos está aquella temporada 2014-2015 en la que completó los 82 partidos de la temporada regular. Para que Houston tenga chances, necesitarán a Paul -y a Clint Capela- en plenitud. 

¿Warriors vulnerables? 

Que el equipo con el mejor récord del Oeste sea la versión menos confiable de Golden State en el último lustro explica lo sobrenatural del ciclo de Kerr en los Warriors. Con problemas internos durante la temporada y la incógnita en torno al futuro de Kevin Durant sobre la mesa, los Warriors han plasmado algunos pequeños indicios que podrían traducirse en una debacle. El equipo, pese a contar con el cúmulo de talento insondable de siempre, mostró momentos de menor fiabilidad durante todo el año: un ejemplo fueron las dos derrotas frente a los Clippers, la primera después de gozar una ventaja de 31 puntos. 

Marc Stein, del New York Times, publicó en su newsletter justamente una reflexión de un scout de la liga que pertenece a una de las franquicias del Oeste: "Solo cuestiono la habilidad de los Warriors de enfocarse continuamente. Parece que hoy en día deben recibir un puñetazo en la boca antes de que sean Golden State. No están saliendo solo en una misión y abrumando equipos. Tal vez lamentaré haber dicho esto, pero no confío en ellos como solía hacerlo". 

El clima en el vestuario, enrarecido, quedó nuevamente plasmado en el entrenamiento previo al sexto juego frente a los Clippers con el cruce entre Kerr y Green delante de toda la prensa. 

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