New Orleans Pelicans penó defensivamente y sufrió una dolorosa caída en casa ante Minnesota Timberwolves

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Beasley

New Orleans perdió el partido que no podía perder. Los Pelicans cayeron en casa ante los Timberwolves por 139-134, en un juego que debían ganar como para no perderle pisada a Memphis en la lucha por el octavo puesto del Oeste. Ahora, los de Gentry quedaron 12° y a cuatro partidos de distancia de los Grizzlies. Empieza a esfumarse la chance de Playoffs, si bien todavía guardan esperanzas.

El problema de New Orleans fue el mismo que lo ha aquejado durante toda la 2019-2020: la defensa.

No solo le permitieron a Minnesota 139 puntos y un 56% de campo, sino que fueron incapaces de frenar a la ofensiva rival cuando más lo precisaban, cayendo en una serie de errores groseros en el último cuarto. Los de Saunders consiguieron varios puntos fáciles en el momento más caliente del juego, con desinteligencias del local que se siguen repitiendo, noche tras noche. Incluyendo a un Zion al que por momentos se lo ve perdido y faltó de intensidad en ese costado.

Con un buen cierre de D'Angelo Russell, autor de 10 de sus 23 puntos en el último período, más un par de volcadas decisivas de Juancho Hernangómez (16 tantos y 8 rebotes) la visita acabó sentenciando la historia en su favor.

Además de los 23 de D-Lo, en el ganador se destacaron Malik Beasley con 28 puntos y un casi perfecto 11-13 de campo y James Johnson con 19 unidades y 6 rebotes desde el banco.

Los Pelicans, por su parte, tuvieron a cuatro jugadores por encima de los 24 puntos, encabezados por un enorme triple-doble de Jrue Holiday: 27 puntos, 12 asistencias y 10 rebotes. Lonzo Ball totalizó 26 puntos y 8 asistencias, Zion Williamson 25 tantos y 8 rebotes y Brandon Ingram 24 unidades. No alcanzó para compensar los problemas en el otro campo.

¿Antídoto contra Zion?

Zion

Durante los primeros 40 minutos de partido, Zion dominó como lo viene haciendo en las últimas semanas. Restando ocho minutos en el último cuarto, el novato ya tenía 25 puntos, mostrándose imparable para la marca de Naz Reid.

Sin embargo, a partir de ahí, el juego mostró una imagen completamente diferente en lo que a Williamson se refiere. El jugador surgido de Duke no volvió a anotar por el resto de la noche.

¿Qué cambió?, ¿cómo hizo Minnesota para frenar a la bestia? Se recostó en una zona 2-3, que sacó completamente de ritmo a Zion.

Cuando la defensa fue de uno contra uno, el rookie hizo lo que quiso y llegó hasta el aro con total facilidad. Pero ante la zona, no solo recibió menos balones y lució algo desorientado en sus responsabilidades, sino que además, cuando pudo atacar, encontró una mayor oposición de parte de la marca de los Wolves.

¿Nace un antídoto para frenar a Zion? Al menos durante esos 8 minutos, funcionó a la perfección y le permitió a Minnesota llevarse la victoria.

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Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.