Si al final de cada temporada se diera el título de Mr. Clutch al jugador más determinante en esas instancias de los partidos, probablemente su edición 2020 ya tendría dueño. Y es que si bien durante la Fase Regular se podía argumentar entre los méritos de Nikola Jokic y Chris Paul, los Playoffs están dejando en claro que no hay nadie más efectivo en esos desenlaces apretados que el pivote de Sombor.
Más allá de la derrota gracias al inolvidable triple de Anthony Davis, el Juego 2 de las Finales del Oeste fue un claro ejemplo de esa producción del serbio en los momentos calientes. Anotó los últimos 12 puntos de su equipo, incluyendo un par de dobles con 31 y 20 segundos en el reloj, para adelantar a los suyos por la mínima. La respuesta de AD, también con dos anotaciones en esos últimos 31 segundos, terminó quitándole brillo, pero lo de Jokic fue otra demostración sencillamente fenomenal.
12 points in the fourth.
— Denver Nuggets (@nuggets) September 21, 2020
Nikola gave it his all last night. #MileHighBasketball pic.twitter.com/06gSBB8Hnf
En lo que llevamos de postemporada, el Joker es el segundo jugador con más conversiones clutch: lleva 10, solo superado por las 14 de su compañero Jamal Murray. Pero no solo eso, sino que además su 66,7% de campo es también el segundo más elevado entre los 17 jugadores con al menos 10 intentos. Por arriba apenas aparece Daniel Theis con un 69,2%, aunque claro, la dificultad de esos lanzamientos del alemán (normalmente volcadas), es muy inferior a la que enfrenta la estrella de los Nuggets, quien suele crear su propio tiro jugando de espaldas al aro.
Cuando es tiempo de ganar los partidos, Jokic no falla. De hecho, según John Schuhmann de NBA.com, lleva anotados 10 de sus últimos 12 disparos para tomar la delantera o empatar el partido en el último minuto de un encuentro. Prácticamente infalible.
Y por si alguno cree que esas cifras simplemente están vinculadas a una muestra pequeña, vale recordar lo que sucedió en la Fase Regular, donde fue el segundo jugador con más puntos (148, dos por debajo de Chris Paul) y además lanzó un 51% de campo (2° mejor entre los 15 con más intentos, atrás del 52% de CP3). Está claro: lo de estos Playoffs está muy lejos de ser una casualidad.
El talento de Jokic rompe con la creencia, muchísimas veces justificada, de que los cierres de partidos deben estar en manos de los perimetrales y no de los internos. Incluso algunos de los mejores pivotes de todos los tiempos solían ceder protagonismo en los cierres, al ser susceptibles a las doblemarcas o tener bajos porcentajes desde la línea. Shaq, Howard en el pico de su carrera... hasta el propio Duncan muchas veces delegaba esa responsabilidad en guardias como Parker o Ginóbili.
Sin ir más lejos, en el Top 16 de conversiones clutch en la Fase Regular, aparecen 15 perimetrales en las posiciones 2 al 16, con Nikola liderando la tabla como único interno. Ala pivotes como Giannis Antetokounmpo, Julius Randle y Pascal Siakam también figura en el Top 20, pero para llegar al próximo pivote natural recién hay que irnos a la posición 27° con Joel Embiid.
Y es que Jokic no tiene ninguno de esos defectos mencionados. Al contrario. Doblemarcarlo en un cierre es poco menos que un suicidio teniendo un cuenta su capacidad de pase. Mientras que desde la línea es uno de los hombres grandes más seguros de la liga: lanzó un 83% en 46 tiros libres clutch en la Fase Regular y repite ese mismo porcentaje en lo que llevamos de Playoffs.
Aun con lo excelente defensor que es Davis, ayer vimos lo difícil que es enfrentar a Jokic en esos tramos, específicamente en la posesión previa al triple de AD. Bola al poste bajo, uno contra uno a pura potencia y una definición que el serbio maneja como nadie más en la liga.
No hay mucho más por hacer que tratar de defender ese mano a mano lo mejor posible y esperar el milagro: que Mr. Clutch falle uno de esos lanzamientos.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.