La campaña 2019-2020 de Golden State Warriors fue realmente mala, una de las peores de su historia de hecho: tuvieron el peor récord de la NBA, un registro de 15-50 que es el cuarto peor porcentaje de victorias (23,1%) de toda su historia. Pero en California lo miran más con optimismo, tomándolo como un año de transición después de haber llegado a cinco Finales de forma consecutiva.
Las múltiples lesiones que afectaron al equipo dirigido por Steve Kerr lo tuvieron disminuido durante toda la campaña, sin Klay Thompson y con apenas 43 partidos de un Draymond Green que no lució del todo bien y solamente cinco encuentros de Stephen Curry. Fueron unos Warriors de poco que ver con lo anterior, de muchos minutos para jugadores jóvenes haciendo sus primeras armas en la NBA.
Y así, entre derrota y derrota, Golden State llegó con buenas chances a la lotería del Draft y se hizo con el segundo pick, eligiendo en el top 3 por primera vez desde el año 2002 (aquella vez escogieron a Mike Dunleavy Jr.). Ahora los dirigidos por Steve Kerr cuentan con el retorno de sus grandes figuras para la próxima temporada y además con una gran oportunidad para reforzarse pensando en el futuro a mediano y largo plazo, teniendo en cuenta que Curry ya anda por los 32 años y que Thompson y Green cumplirán 31 durante la próxima temporada. ¿O elegirán hacer algo distinto con su pick número 2 y apuntar con todo al título en la temporada 2020-2021? Barajamos sus diversas opciones.
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Ir por el jugador de mayor potencial
Si algo deja en claro la historia del Draft, es que, cuando esté claro, siempre hay que ir por el mejor jugador posible y no por lo que necesite reforzar tu equipo. Si no, podés terminar con Sam Bowie y no con Michael Jordan...
El tema es que en ese Draft no hay un jugador de clara superioridad sobre el resto, aunque el consenso general pone a Anthony Edwards, LaMelo Ball y James Wiseman como los tres jugadores de mayor potencial. Un perimetral anotador, un base que necesita mucho el balón y un pivote que prácticamente no jugó en la NCAA y que es el gran misterio de este Draft. Los directivos de los Warriors llevan varios meses, incluso desde antes de la lotería, elogiando a distintos jugadores del Draft ante los reporteros y no está claro cuál es su objetivo número uno, más allá de lo que deje libre Minnesota Timberwolves, el equipo del primer pick.
Pero ni Wiseman parece listo para tener muchos minutos en un contendiente de la NBA ni Edwards ni Ball encajan del todo bien en un equipo con Curry, Thompson, Wiggins y Green. Sería apostar por el futuro sin tener en cuenta a la inmediatez del proyecto de un equipo que prácticamente es una dinastía en pausa y que tendrá que luchar en la durísima Conferencia Oeste, con casi todos los equipos apuntando a clasificarse a los Playoffs en 2021.
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Ir por alguien que se adapte al equipo actual
Si en Golden State no piensan que Wiseman, Ball o Edwards tengan potencial de futuras estrellas, bien podrían reforzar ahora mismo a un equipo bastante corto con una pieza joven, que encaje bien para los próximos cuatro años y en quién Steve Kerr pueda confiar desde el primer momento para tenerlo en su rotación.
Jugadores como Onyeka Okongwu, un proyecto de gran defensor al estilo Warriors, capaz de defender múltiples posiciones, Tyrese Haliburton, un base de casi dos metros y gran pase que recuerda un poco al ex campeón con Golden State Shaun Livingston, o tipos de 3&D listos para jugar como Saddiq Bey o Devin Vassell serían piezas súper útiles para los Warriors de la próxima temporada, que más allá de Curry, Thompson, Green y Wiggins prácticamente no tienen espacio salarial para reforzarse.
Ahora, el pick 2 parece ir sobrado para escoger a cualquiera de ellos (apenas Okongwu o Haliburton parece que podrían perforar el top 5), pero los Warriors podrían dejarle la segunda elección a un equipo más necesitado de futuro, como un Detroit, New York o San Antonio que crea que tiene en Wiseman, Ball o Edwards a su salvación, e ir a por algo que vaya mejor para sus necesidades con una elección más baja, además de sacar algo más a cambio para rellenar el banco o hasta para potenciarse aún más para ir con todo a tratar de recuperar el trono. ¿Derrick Rose? ¿Frank Ntilikina? ¿Rudy Gay? ¿Patty Mills? Tranquilamente podrían ser opciones de canje debido a que hoy no tienen un rol principal en sus equipos.
Joe Lacob, propietario del equipo, manifestó hace varios meses en un podcast del sitio The Athletic que no descartan bajar en el Draft: "Estamos viendo todos los escenarios posibles. Honestamente, no voy a esconder esto, vamos a ver si drafteamos alguien en nuestra posición. Quizá bajemos en el Draft, esa es una posibilidad. No estoy diciendo que es lo que preferimos y que es lo que no queremos. Solamente digo que es algo que tenemos que tener en cuenta".
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Traspasar el pick por un jugador de renombre
Una forma de patear el tablero para Golden State, menos necesitado de un salvador y más de tratar de aprovechar los últimos años de Steph Curry en plenitud, sería traspasar el lugar en el Draft. Además de eso, la gerencia de los de California tiene buena materia prima para involucrar en un traspaso grande: el recién llegado Andrew Wiggins, una primera ronda de Minnesota Timberwolves de 2021 (protegida top 3) o de 2022 (si se activa la protección en 2021), primeras rondas propias de 2021 y 2022 y jugadores jóvenes de contratos baratos como Eric Paschall o Marquese Chriss. También cuentan con una importancia excepción salarial del traspaso de Andre Iguodala que les permite una mayor movilidad.
Hay varias franquicias que pueden estar más interesadas en ese segundo pick que en la inmediatez y que tienen piezas que podrían seducir a los Warriors: Atlanta Hawks entregando a Clint Capela o John Collins, Indiana Pacers con Myles Turner u Orlando Magic con Aaron Gordon pueden seducir a Golden State para buscar armar algún tipo de canje.
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