Hace apenas unos meses, cuando los New York Knicks trasparon a su jugador franquicia Kristaps Porzingis a los Dallas Mavericks, James Dolan, el dueño, avisó que se vendría un verano muy exitoso para el equipo.
"Vamos a tener un offseason muy offseason con los Agentes Libres", había advertido.
Pero cualquiera que conoce la historia de Dolan y los Knicks sabía que había que desconfiar de sus palabras. Más allá de que la suerte no los acompañó, ya que a pesar de haber finalizado con el peor récord de la NBA y tener un 14% de probabilidades de conseguir el primer lugar del Draft de la NBA 2019 la pole position y Zion Williamson se fueron para New Orleans, el primer día de la Agencia Libre 2019 puede llegar a pasar a la historia como el peor día en la historia de la franquicia.
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Kevin Durant, uno de los principales objetivos de los Knicks, dio el primer golpe apenas iniciado el mercado acordando con otro equipo. Pero no cualquier equipo: Brooklyn Nets, la otra franquicia de New York. Todo un mensaje de lo que logra una dirigencia que, con el arribo de Sean Marks como General Manager, viró rápidamente el rumbo y fomentó una cultura de equipo inimaginable para los Knicks de estos tiempos. Los hinchas comenzaron a sentirse cada vez más identificados con los Nets, la reconstrucción se aceleró exponencialmente y la temporada pasada fue culminante: liderados por D’Angelo Russell, los Nets se ubicaron en la sexta posición de la Conferencia Este y volvieron a los Playoffs luego de cuatro años.
En Manhattan, todo era al revés. El episodio de Charles Oakley, leyenda Knick, siendo expulsado del Madison Square Garden parece apenas uno más en la lista. Sí. Así de malo es el presente de los Knicks que algo que sería una mancha imborrable se transforma en un lunar más.
El segundo golpe de la Agencia Libre 2019 lo dio Kyrie Irving, al anunciar que también se iría a los Brooklyn Nets, confirmando que el equipo más poderoso de New York no está más hospedado en el Madison Square Garden.
Rápidamente, el mundo NBA empezó a criticar -otra vez- a la dirigencia de los Knicks, quienes respondieron con un innecesario comunicado tres horas después del inicio del mercado.
The Knicks have released a statement from team president Steve Mills in the wake of missing out on Kevin Durant and Kyrie Irving: pic.twitter.com/z4yKVILSqi
— Tim Bontemps (@TimBontemps) 1 de julio de 2019
Esos “targeted free agents” fueron Julius Randle, Taj Gibson y Bobby Portis, quienes firmaron por un combinado de 114 millones de dólares. Los tres juegan en la misma posición (ala pivotes) y obviamente, las críticas no tardaron en volver a emerger.
Hay un asterisco importante de aclarar es que todos estos nuevos jugadores firmaron por un máximo de dos años, lo que daría la sensación de que los Knicks están “cocinando” algo para la temporada 2022. Pero claro, con este récord: ¿Quién en su sano juicio puede pensar que esta vez la apuesta dará sus frutos?
Sí. Los Knicks, uno de los equipos más conocidos en el mundo entero, son hoy por hoy una de las peores franquicias de la NBA. La esperanza de sus hinchas se fue por el piso a las pocas horas de iniciada la Agencia Libre. Y otra vez se preparan para una temporada desilusionada, con “la reconstrucción” como objetivo. La pregunta, claro, es cuándo se va a terminar este calvario. No parece ser pronto.
Las opiniones aquí escritas no reflejan la de la NBA o sus organizaciones