Este miércoles, cuando Minnesota Timberwolves visite a Brooklyn Nets a las 20:30 horas de Argentina, Pablo Prigioni derribará otra barrera como pionero de los entrenadores argentinos en la NBA. El medallista olímpico en Beijing 2008 hará su estreno oficial como asistente técnico de los Timberwolves, ocupando un rol clave en el cuerpo técnico liderado por Ryan Saunders, el entrenador más joven de la historia de la NBA.
El colombiano Gersson Rosas, que también se incorporó a Minnesota esta temporada para ser el presidente de operaciones de la franquicia después de haber trabajado durante 16 años en Houston Rockets, confió en Prigioni, de 42 años, como una de sus primeras contrataciones para potenciar a los Timberwolves. Ambos ya se conocen de la temporada 2014-2015, cuando el argentino jugó en el equipo texano y fue una pieza importante de la segunda unidad en el camino a la final de la Conferencia Oeste, donde los derrotó Golden State Warriors.
Looks like a Nice and Big Family to me. 😍😍 pic.twitter.com/H4IK3tJ2lf
— Pablo Prigioni (@PPrigioni9) October 5, 2019
Prigioni compartirá staff con otros tres ex jugadores NBA, aunque de trayectoria más corta que la suya: David Vanterpool (22 partidos en Washington en la 2001-2002), Kevin Burleson (39 partidos en Charlotte en la 2005-2006) y Greg Stiemsma (222 partidos en la NBA entre 2011 y 2015).
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Después de su debut como entrenador en el Baskonia español, donde dirigió ocho partidos en el inicio de la temporada 2017-2018, Prigioni volvió a Estados Unidos en la 2018-2019 para sumarse al cuerpo técnico de Kenny Atkinson en Brooklyn Nets, trabajando como uno de los entrenadores de desarrollo del equipo. Allí el de Río Tercero, Córdoba, más que nada se encargaba de trabajar con los bases del equipo y volcarles toda su experiencia de 20 años como jugador profesional, con cinco temporadas en la NBA y 303 partidos sumando temporada regular y Playoffs. El resultado del trabajo fue muy bueno, con Brooklyn clasificado a la postemporada después de tres años de ausencia.
El argentino @PPrigioni9 en su nueva faceta con los @BrooklynNets entrenando al novato Dzanan Musa.pic.twitter.com/Rww3BrUzG1
— NBA Latam (@NBALatam) September 27, 2018
D'Angelo Russell, la estrella de los Nets en la última campaña, tuvo varias veces palabras de elogio para con Prigioni. En una entrevista con nba.com D-Lo se refirió al ex jugador de la selección argentina como "un genio, porque domina el juego siendo más inteligente que el resto". "Hablando con él fue muy fácil comunicarme y ver diferentes cosas o situaciones", agregó el ahora jugador de Golden State Warriors.
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Otro que habló sobre Prigioni con este sitio fue Joe Harris, uno de los mejores tiradores de la NBA. "Pablo es asombroso, jugó mucho tiempo y tuvo éxito y a su vez entiende los nuevos avances del juego, es muy astuto. Está constantemente introduciendo nuevas cuestiones", manifestó Harris, que también destacó la calidad humana del cordobés. De hecho, cuando en el mes de junio se confirmó que Prigioni se marchaba de Brooklyn, Russell le dedicó un tweet despidiéndolo, algo no muy usual por tratarse de un entrenador más del staff. "Te voy a extrañar, mi hombre", escribió quién fue parte del último All-Star Game.
@PPrigioni9 gonna miss you my guy! pic.twitter.com/1Kzh7jajDy
— D'Angelo Russell (@Dloading) June 7, 2019
Ahora el rol de Pablo será mucho más importante. En los T-Wolves "Coach Pablo", como le dicen sus dirigidos, tendrá el trabajo de asistir al entrenador principal Saunders con la coordinación ofensiva, utilizando toda su sapiencia, que siempre lo hizo destacarse a la hora de leer el juego, para mejorar el ataque de Minnesota.
Los Timberwolves el año pasado terminaron con un récord de 36 victorias y 46 derrotas que los dejó en el puesto 11 de la Conferencia Oeste, en un año turbulento que incluyó el traspaso de Jimmy Butler y el despido del director técnico Tom Thibodeau. Desde la llegada de Ryan Saunders en enero, el récord de la franquicia fue de 17-25 y quedaron a 12 triunfos de la clasificación a Playoffs.
Saunders, que comenzó como interino, fue confirmado en el receso como el entrenador. Su padre, Flip Saunders, dirigió a Minnesota desde 1996 hasta 2005, logrando ocho de las nueve clasificaciones a Playoffs que el equipo tiene en sus 30 temporadas de historia. Sólo una vez pudieron avanzar de ronda en la postemporada: fue en la 2003-2004, cuando con el MVP Kevin Garnett llegaron a las finales de conferencia. Ahora, con Karl-Anthony Towns y Andrew Wiggins como estandartes, Jeff Teague en la base y Robert Covington contribuyendo más que nada en el costado defensivo, sueñan con ser una de las sorpresas de la temporada.
Minnesota no realizó grandes incorporaciones en el último receso. Uno de los jugadores que se sumaron fue el base Shabazz Napier, que llega desde los Nets como Prigioni y oficiará como el recambio principal de Teague. ”Él siempre está disponible para ayudarnos a hacer los ajustes necesarios en nuestro juego, sabe que decir y que no decir en cada momento, es muy bueno tener una persona así en el equipo", había comentado Napier sobre Prigioni cuando compartían equipo en Brooklyn.
El partido entre Minnesota Timberwolves y Brooklyn Nets será a las 20:30 horas de Argentina y podrá ser seguido mediante el NBA League Pass.
Su buen debut en la Summer League
Prigioni ya vivió una gran experiencia con Minnesota. Fue el entrenador principal del equipo durante la Summer League disputada en Las Vegas y llevó a los Timberwolves hasta la final, donde fue derrotado por Memphis Grizzlies. Con récord de 6-1, ese equipo dirigido por Prigioni no contaba con nombres rutilantes pero hizo un buen trabajo en equipo, repartió mucho el goleo (seis jugadores promediaron doble dígito en puntos) y dejó a varios rivales por debajo de los 85 puntos.
Cinco jugadores del plantel con el que Minnesota comenzará hoy la temporada fueron dirigidos por el cordobés en la Summer League: los rookies Naz Reid, Kelan Martin y Jordan McLaughlin y los perimetrales de segundo año Keita Bates-Diop y Josh Okogie. De ellos será Okogie el que comience con un rol más importante después de lo que demostró la temporada pasada
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