NBA

Paul y Stephen Silas, la quinta pareja de padre-hijo en dirigir a un equipo NBA

Author Photo
Silas

Los Houston Rockets ya tienen reemplazo para Mike D'Antoni al frente del plantel para la 2020-2021. Según el reporte de Adrian Wojnarowski de este miércoles, los texanos se han decidido por Stephen Silas para tomar las riendas del equipo, luego de desempeñarse durante 20 años como asistente y scout. ¿Su último trabajo? Pasó las pasadas tres campañas en el cuerpo técnico de Rick Carlisle en los Dallas Mavericks.

Más | Reporte: Stephen Silas es el nuevo entrenador de Houston Rockets

Con la llegada de Silas a los Rockets, se agranda la exclusiva lista de parejas de padre-hijo que llegaron a quedar al frente de un conjunto NBA. Y es que Stephen es hijo de Paul Silas, quien tras su gran carrera como jugador en los '60 y '70, pasó 12 temporadas como entrenador principal de diferentes franquicias de la liga.

Silas

Silas padre tuvo su primera chance con apenas 37 años, dirigiendo durante tres campañas a los San Diego Clippers, desde la 1980-1981 hasta la 1982-1983. El saldo estuvo lejos de ser el mejor: marca de 78-168 y sin clasificaciones a Playoffs. Para su siguiente oportunidad pasarían nada menos que 15 años, asumiendo al frente de los Charlotte Hornets en la 1998-1999. Allí pasó cinco años, con récord de 208-155, clasificando a la postemporada en cuatro ocasiones y llegando a ganar un par de series de 1° Ronda.

Tras dejar a los Hornets en la 2002-2003, Silas tuvo el privilegio de ser el primer entrenador de LeBron James en la NBA: dirigió a Cleveland en la 2003-2004 y 2004-2005, combinando un registro de 69 triunfos y 77 derrotas, sin poder avanzar a Playoffs. Sus últimas dos trabajos fueron en Charlotte, aunque esta vez de la mano de los Bobcats: marca de 25-29 en la 2010-2011 como reemplazo de Larry Brown y un históricamente malo 7-59 en la 2011-2012 (peor porcentaje de victoria de un equipo en una Fase Regular).

¿El balance para Paul Silas? 875 partidos, marca de 387-488 en Fase Regular y 13-16 en Playoffs.

Los Musselman

Musselman

El primer caso de padre-hijo fue el de los Musselman. El mayor de ellos, Bill, dirigió cuatro años en la NBA, luego de haber comenzado su carrera como entrenador en la ABA. Entre 1980 y 1982 comandó a los Cleveland Cavaliers, con récord combinado de 27-67. Mientras que siete años más tarde, en 1989, se hizo cargo de Minnesota sin mucho más éxito: 51-113 en dos temporadas.

Su hijo Eric, hoy técnico de Nevada en la NCAA, tuvo su primera experiencia de la mano de Golden State en la 2002-2003: marca de 38-44 ese año y de 37-45 al siguiente. Su regreso a los bancos se daría en la 2006-2007 con Sacramento y otra vez quedaría lejos de los Playoffs, con un registro de 33-49.

Un dato curioso: entre los dos Musselman dirigieron siete temporadas NBA y jamás alcanzaron la postemporada ni tuvieron récord ganador en ellas.

Los Malone

Malone

Cronológicamente, el segundo caso lo protagonizaron los Malone. Más allá de haber pasado tres décadas (1986 a 2016) como asistente, Brendan Malone llegó a dirigir durante dos temporadas como técnico principal: récord de 21-61 en la 1995-1996 con los Toronto Raptors (primer año de la franquicia) y marca de 8-10 en la 2004-2005 con los Cavaliers, justamente terminando la campaña allí tras el despido de Paul Silas.

Tras un comienzo flojo en Sacramento, a su hijo Mike le ha ido bastante mejor. Tras combinar una marca de 39-67 en dos temporadas con los Kings, Malone se hizo cargo de los Denver Nuggets en la 2015-2016 y desde entonces ha guiado al equipo a un lugar de privilegio en la Conferencia Oeste, dando un paso adelante en cada una de sus cinco campañas: marca de 33-49 en la primera, 40-42 en la segunda, 46-36 en la tercera, 54-28 en la cuarta (Semis del Oeste) y 46-27 en la quinta (Final del Oeste).

Los Bickerstaff

Bickerstaff

Otro caso para repasar es el de los Bickerstaff. El padre, Bernie, tuvo su primera chance como técnico NBA en la 1985-1986 con los Seattle SuperSonics, franquicia a la que dirigiría durante cinco temporadas, con un récord acumulado de 202-208 y una llegada a las Finales del Oeste en 1987 como mejor logro. Luego, estuvo al frente de los Nuggets entre 1994 y 1997, sin demasiado éxito: marca de 59-68 y sin victorias en Playoffs (0-3).

Su siguiente destino fue Washington. Allí le fue algo mejor en la Fase Regular (77-72), pero volvió a perder los únicos tres partidos que disputó en la postemporada con los capitalinos. A continuación tuvo la chance de ser el primer entrenador de los Charlotte Bobcats, equipo al que comandó durante tres años: marca de 77-169 y sin Playoffs. Por último, aparece una breve estadía al frente de los Lakers en la 2012-2013, luego de que los angelinos despidiesen a Mike Brown. Bickerstaff ganó cuatro de los cinco partidos que dirigió, pero rápidamente fue reemplazado en su cargo por Mike D'Antoni.

En cuanto a su hijo JB, la primera chance llegó en la 2015-2016, asumiendo al frente de los Rockets tras la salida de Kevin McHale y sumando un 37-34 en aquella Fase Regular, para luego caer en la 1° Ronda de los Playoffs ante Golden State por 4-1. Llamativamente, tal como sucedió con su padre en los Lakers, JB fue reemplazado por D'Antoni en Houston a partir de la 2016-2017.

Su siguiente oportunidad también llegó tras un despido: en este caso de David Fizdale en los Memphis Grizzlies, durante la 2017-2018. Bickerstaff tuvo marca de 15-48 en su primer año allí y luego de 33-49 en la 2018-2019. Para completar el ciclo, su tercer trabajo también apareció como interino, luego de trabajar en ese cuerpo técnico como asistente: los Cavaliers de la 2019-2020, conjunto que dirigió durante los últimos 11 partidos de la 2019-2020 (marca de 5-6), tras la salida de John Beilein.

Los Saunders

Saunders

El último caso es uno de los más especiales: el de la familia Saunders. Para empezar, porque involucra al mejor entrenador de todo este repaso, al menos por ahora: Flip Saunders, quien dirigió 17 temporadas NBA entre Minnesota, Detroit y Washington.

La carrera de Saunders comenzó en la 1995-1996 de la mano de los Timberwolves, franquicia en la que pasaría nada menos que los próximos 10 años, clasificando a Playoffs en 8 de ellos (Final del Oeste en el 2004). Su marca en esa primera etapa en Minnesota: 411 victorias y 326 derrotas. Tras dejar a los Wolves, en la 2005-2006 se hizo cargo de Detroit, equipo al que dirigiría durante tres años: no solo tuvo récord allí de 176-70, sino que también alcanzó las Finales del Este en cada una de esas campañas (cayendo ante Miami, Cleveland y Boston).

Su próximo trabajo fue en Washington, donde también estuvo tres años, aunque con resultados mucho más flojos: marca de 51-130 y sin clasificaciones a postemporada. En la 2014-2015 regresó a Minnesota para una última temporada (16-66), teniendo que dejar al equipo tras esa campaña, al ser diagnosticado con la enfermedad de Hodgkin. Saunders perdió esa batalla el 25 de octubre del 2015, con apenas 60 años.

Sin embargo, el legado de los Saunders en Minnesota continuó con su hijo Ryan (ya venía trabajando como asistente), quien reemplazó a Tom Thibodeau a mediados de la 2018-2019. Saunders tuvo marca de 17-25 en esa temporada y de 19-45 en la reciente 2019-2020, esperando poder dejar otra imagen en la próxima campaña de la mano de D'Angelo Russell, Karl-Anthony Towns y el primer pick del Draft.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.