"No soy Michael Jordan, soy Pete Myers", la particular historia del reemplazante de MJ tras su primer retiro

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Myers

La carrera de Pete Myers no es una particularmente destacada, en términos de la élite del baloncesto mundial: si bien jugó en unas nada despreciables nueve temporadas NBA, lo hizo promediando apenas 4,8 puntos, pasando por siete equipos diferentes y teniendo varias escalas por Europa (Zaragoza, Bologna, Pesaro, Cantú), además de ligas menores estadounidenses en el interín. Lo que en inglés se conoce como un journeyman. Un viajero.

Sin embargo, las veces que sí consiguió algo de reconocimiento en la competencia, siempre tuvo que ver con Michael Jordan. Jugador con el que compartía posición y altura (1,98)... y no mucho más, por supuesto.

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Luego de destacarse en la NCAA con la Universidad de Arkansas Little-Rock, Myers fue elegido con el pick 120° del Draft de 1986 por los Chicago Bulls de un MJ que entraba en su tercera campaña como profesional. Y a pesar de que las chances no parecían estar en su favor, teniendo en cuenta la altura de su selección, el oriundo de Mobile se ganó un lugar en el roster del debutante Doug Collins.

Myers jugó muy poco como novato (29 partidos, 5,3 minutos), pero era especialmente útil en las prácticas de Chicago, justamente para emparejarse con Jordan: tenían físicos similares y el rookie mostraba una buena intensidad defensiva, como para exigir a la gran estrella en los entrenamientos. O en caso de que este decidiera tener un descanso, poder ocupar su lugar en la repetición de alguna jugada determinada.

Y es que si bien Myers estaba lejísimos de tener el poder anotador de su compañero, se destacaba por dos virtudes: la marca (1,6 robos por 36 minutos en su carrera NBA) y la buena visión de campo (4,8 asistencias por 36).

En un escenario controlado como lo es una práctica, un jugador de esas características es valioso y fue probablemente por eso que Myers siguió en la liga durante cinco campañas, a pesar de rara vez tener un rol importante en sus equipos: pasó por San Antonio, New York, Philadelphia y New Jersey, antes de emigrar hacia el Viejo Continente en 1991.

Un reemplazo de urgencia

Myers

Tras dos años de muy buenos números entre la Lega A (Pesaro) y Lega A2 (Bologna), viajamos a octubre de 1993. El día 6, llega un momento impactante: fresco de un tricampeonato, Jordan anuncia su retiro de la NBA, aduciendo que ya no tenía nada más para darle al juego

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Pero a pesar de que la posibilidad del retiro de MJ ya se venía barajando desde hacía meses, Chicago hizo muy poco para cubrirse (¿negación?, ¿no querían darle una excusa a Jordan?). Y al momento de aquel 6 de octubre, a pocas semanas del inicio de la 1993-1994, tenían en el plantel apenas un escolta: Jo Jo English, un alemán de segundo año, que solo había jugado 31 minutos totales en el torneo anterior. Claramente necesitaban un refuerzo.

El problema es que con la cercanía del inicio de la campaña, ya no había perimetrales de calidad disponibles y por eso tuvieron que recurrir a una prueba de jugadores. En la misma apareció un viejo conocido de la franquicia, Pete Myers, quien tal como lo había hecho en 1986, terminó ganándose un lugar en la plantilla.

Pero no solo eso: ante la falta de otras alternativas, ¡Myers reemplazó a Jordan en el quinteto inicial! Fue así como un jugador completamente secundario durante cinco años en la liga y que venía de dos temporadas en Italia, se transformó en el escolta del tricampeón de la competición.

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"Me pusieron en una posición que puede ser positiva para mi", decía el nuevo perimetral de los Bulls antes del comienzo de la 1993-1994. "Si sos un fanático o una persona con conocimientos, sabes que no soy Michael Jordan. Soy Pete Myers", declaraba, al mismo tiempo que Phil Jackson se encargaba de recordárselo: "¿Qué se puede esperar de un tipo cuya carrera ha ido de acá para allá, sin estar más de dos años en un mismo lugar? Todo lo que venga será positivo". 

Y lo que vino, sobre todo para Myers, realmente lo fue: jugó los 82 partidos de esa Fase Regular, saliendo como inicial en 81 de ellos, mientras que también titularizó en los 10 encuentros de Playoffs. ¿Sus promedios? 7,9 puntos, 3 asistencias y 2,2 rebotes, con un 46% de campo, en 24,8 minutos por presentación. Su aporte defensivo fue importante, para un conjunto que ganó 55 partidos y que terminó cayendo ante los Knicks en siete juegos, en las semis del Este.

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Probablemente el momento más memorable de su carrera haya llegado justamente en ese cruce ante New York, dándole un muy buen pase de entrada a Toni Kukoc, para que el croata supere a la bocina y le de la victoria a Chicago en el Juego 3.

Ya con Ron Harper en el plantel y eventualmente con el regreso del propio Jordan, Myers vio su rol reducido para la 1994-1995: fue titular en solo 14 partidos y bajó su promedio a 17,9 minutos. Al finalizar ese curso, firmó como Agente Libre en Charlotte, para luego tener pasos finales por Miami y New York, volviendo a ser ese habitual hombre del fondo de la banca. Los reflectores de Chicago ya no estaban puestos sobre él.

Durante su carrera, Myers jugó seis series de Playoffs: tres como compañero de MJ (1987 y 1995), una como rival (1989 con los Knicks, en un cruce en el que Su Majestad promedió por encima de los 40 puntos) y dos como su reemplazo en el quinteto de los Bulls (1994).

En definitiva, todo un ejemplo de esa omnipresencia que significó Jordan durante la década del '90. De una u otra manera, todos los caminos llevaban a la ruta 23.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.