La venganza es un plato que se sirve frío y los Philadelphia 76ers lo disfrutaron como pocos. El 31 de mayo de 1983 completaban una temporada redonda pues tras haber acabado con 65-17 de balance en la Fase Regular y de haberse plantado en las Finales con solo una derrota, apearon a sus rivales, Los Angeles Lakers, con una barrida por 4-0 para conseguir el campeonato. De este modo, no solo se erigían como el equipo dominador del momento, sino que ponían fin a un éxito del que se habían visto privados en 1977 ante Portland Trail Blazers y en 1980 y 1982 ante los de oro y púrpura.
Liderados por un imparable Moses Malone, el equipo de Billy Cunningham tumbó a los últimos campeones sin que estos tuviesen opción a reaccionar. Por una media de 8,5 puntos de diferencia Philadelphia consiguió poner el broche de oro a un proyecto que había nacido para triunfar. Un grupo sólido y que se asentaba a partir del juego de postes entre Erving y el mencionado Malone que se haría con el MVP de las Finales a razón de 25 puntos y 18 rebotes de media.
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El 31 de mayo el Forum de Los Ángeles sería testigo de una remontada espectacular en el último cuarto por parte de los Sixers que le pasaron de un 65-51 en contra a un 115-108 a favor, incluyendo un parcial de 33-15 en donde el Dr. J dio una clase magistral de baloncesto anotando 7 puntos en dos minutos para hacerse con el triunfo. "Lo hicimos por el camino largo, y lo hicimos por el camino difícil. Pero lo hicimos de la mejor manera", aseguró Erving tras el encuentro.
Est barrida fue la primera en unas Finales desde 1975 cuando los Golden State Warriors hicieron lo propio con los Washington Bullets y la primera vez que los Lakers recibían un golpe así desde 1977 frente a Portland Trail Blazers.
Philadelphia pese a que mantendría el bloque no volvería a alcanzar unas series por el título hasta 2001 de la mano de Allen Iverson perdiendo nuevamente ante los californianos.
También sucedió hoy
- 1991: Pat Riley es nombrado entrenador de los New York Knicks.
- 2018: Pese a los 51 puntos de LeBron James, los Golden State Warriors se llevan el primer partido de las Finales en la prórroga.
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