Philadelphia 76ers es una de las conocidas como franquicias históricas de la NBA junto a Knicks, Warriors, Celtics o Lakers. Su presencia ha sido una constante desde hace más de 60 años y los éxitos que ha recogido durante ese tiempo han hecho de ella una de las organizaciones más reconocibles de la liga, pasando por sus filas algunas de las caras más destacadas de todos los tiempos.
Sin embargo, en la década pasada el equipo pasó a ocupar un lugar más bien secundario, entrando en una fase de crecimiento negativo y quedando muy lejos de cualquier posibilidad de postemporada. Con la explosión de Joel Embiid y Ben Simmons se iniciaría una nueva etapa que haría de los Sixers el conjunto que es a día de hoy, y tras la llegada de Doc Rivers esto ha alcanzado una dimensión completamente distinta.
Tras tres Fases Regulares marcadas por la irregularidad y la experiencia, los 76ers encontraron en esta 2020-2021 el camino al éxito, al menos durante el curso, desplegando un dominio defensivo que les ha permitido comandar el Este prácticamente de principio a fin. Con la victoria lograda en el Wells Fargo Center ante Orlando Magic (122-97), Philly se aseguró la primera posición de la Conferencia Este, teniendo factor cancha en todas las eliminatorias por esa parte del cuadro hasta una hipotética serie por el título. Un triunfo forjado gracias al acierto exterior de Seth Curry con 20 puntos y 4 de 5 en triples, y la dirección de Ben Simmons, autor de 13 tantos, 9 asistencias y 5 de 8 en tiros de campo.
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Este triunfo, más allá de lo necesario que puede llegar a resultar teniendo en cuenta que podrán contar con un 100% de capacidad en su estadio, sirve para poner fin a un lapso de 20 años sin lograr terminar primeros del Este. De este modo, la franquicia ha conseguido emular lo alcanzado en la campaña 2000-2001 cuando de la mano de Allen Iverson el equipo se consagró como el mejor de toda la Conferencia, con un balance de 56-26.
Durante estas dos décadas, Philadelphia ha visto pasar a 8 entrenadores diferentes y donde tan solo han pisado en 9 veces los Playoffs, ganando únicamente 4 series. Un balance nada positivo teniendo en cuenta el bagaje histórico de los Sixers, que en el periodo comprendido entre 2014 y 2017 solo ganaron el 22% de sus partidos en el tramo conocido como The Process (El Proceso).
Pese su particular travesía por el desierto, ese tiempo de falta de triunfos dejó en los Sixers un botín nada menor, haciéndose con figuras de la talla de Joel Embiid, Ben Simmons, Markelle Fultz, Jahlil Okafor, Nerlens Noel, Dario Saric o Michael Carter-Williams, de los que solo permancen en plantel los dos primeros. Alrededor de estos la organización edificó todo el proyecto en las cuatro últimas campañas, consiguiendo en la actual ver el potencial real de estos, encontrando el pivote camerunés su mejor versión bajo las órdenes de Doc Rivers.
𝙶𝙰𝙼𝙴 𝙷𝙸𝙶𝙷𝙻𝙸𝙶𝙷𝚃𝚂
— Philadelphia 76ers (@sixers) May 15, 2021
Orlando Magic | 05.14.21
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Si en 2001 los 76ers hicieron historia al lograr hacerse con el MVP (Allen Iverson), Jugador Defensivo del Año (Dikembe Mutombo), Entrenador del Año (Larry Brown) y Sexto Hombre del Año (Aaron McKie), en este curso estarían en disposición de optar a buena parte de los galardones con Embiid por el de Jugador más Valioso, Simmons como Mejor Defensor e incluso Rivers como técnico más destacado.
Correlación no implica causalidad y en el básquet la historia no juega un papel vital en el presente, pero pese a esto, en las cuatro últimas ocasiones que Philadelphia ha terminado la Fase Regular como el mejor clasificado ha llegado, como mínimo, a las Finales de la NBA: 2001, 1983 (campeones), 1978 y 1977.
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El recuerdo de 2001
Con un plantel limitadísimo, unos roles muy marcados y una estrella en plena efervescencia, los Sixers de la 2000-2001 alcanzaron su punto más alto al terminar consiguiendo un 68,3% de sus victorias en una segunda mitad de campaña inmejorable. La definitiva compenetración entre Larry Brown y Allen Iverson acabó dando sus frutos con la consiguiente explosión de The Answer como anotador de volumen y principal fuente de puntos de un conjunto eminentemente defensivo. Los Sixers se aprovecharon de la evidente debilidad del Este en la era posterior a Michael Jordan para alcanzar la gloria.
Un roster compuesto por nombres tan ilustres como Theo Ratliff, Eric Snow, Aaron Mckie y los mencionados Iverson y Mutombo. El diminuto escolta sería el alma de un equipo sumamente limitado a nivel ofensivo, representando The Answer el 32% de la anotación global con 31,1 puntos por noche. El nivel anotador del MVP fue tal que supuso la primera vez en la historia de la franquicia que un jugador no apellidado Chamberlain superaba la barrera de los 30 tantos por noche, siendo la mejor marca desde Charles Barkley con 28,3 en 1988.
Llegados a Playoffs, los de Larry Brown se deshicieron sin muchos problemas de Indiana Pacers en primera ronda por 3-1 para después iniciar una intensa carrera hasta las Finales que los llevaría a 7 partidos en sus dos siguientes eliminatorias. La más épica sucedería ante Toronto Raptors en semifinales de Conferencia, donde Vince Carter erró el lanzamiento que habría dado la victoria a los canadienses después de que Iverson fallase el tiro definitivo. Tras esto los Bucks los llevarían nuevamente a un Juego 7 donde la defensa de los Sixers acabó por imponerse a la diversidad anotadora de Milwaukee.
Las Finales serían una historia muy diferente pues allí esperaban los vigentes campeones, Los Angeles Lakers, liderados por un O'Neal en su mejor momento de forma y un Bryant a punto de explotar. El equipo tocaría techo en un memorable Juego 1 donde The Answer se iría hasta los 48 puntos, 6 asistencias y 5 robos, la anotación más alta de unas series por el título desde Jordan en 1992. Tras esto los californianos vencerían en los siguientes 4 duelos para alzarse con el anillo.
Aquel equipo ha quedado anclado en la memoria colectiva como un ejemplo único e irrepetible, un conjunto liderado por un anotador con un talento sin igual para este deporte y que las lesiones le impidieron repetir. Philadelphia regresa 20 años después a ese mismo punto de partida, ¿hasta dónde llegará?
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.