En el regreso de Philadelphia 76ers a su ciudad tras completar una gira como visitante muy negativa parecía la ocasión perfecta para pasar página. Las recientes ausencias de Ben Simmons por enfermedad, de Tobias Harris por dolor en la rodilla izquierda y de Joel Embiid por gestión de cargas llevaron a los de Doc Rivers a entregar la primera posición del Este a los Brooklyn Nets, dejando escapar la oportunidad que el calendario les había brindado. De este modo la visita de Oklahoma City Thunder podía suponer un momento de reencuentro y desde el que recomponerse para afrontar la conclusión del curso.
La defensa ha sido desde el inicio el elemento fundacional de los Sixers, encontrando en la dupla formada por Joel Embiid y Ben Simmons la mejor guía al éxito, conformando así una pareja de pura élite en la NBA. No obstante en el tramo de los últimos 5 partidos, Philly había caído hasta la 19ª plaza en términos de eficiencia defensiva, encajando 113,6 puntos por 100 posesiones. No podían permitirse un nuevo tropiezo y menos ante el Thunder.
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Con las ideas claras y un objetivo definido los 76ers salieron a cancha no solo a por el triunfo sino con el reto de marcar la diferencia en el apartado defensivo. Rápidamente edificaron una ventaja considerable gracias a ese esfuerzo para retener a OKC, finalizando con un marcador de 121-90 siendo Embiid el máximo anotador con 21 puntos en 22 minutos de juego.
Sin embargo, la principal razón por la que los de Rivers fueron capaces de anular a los jóvenes Thunder no fue su ataque sino su presión defensiva. Durante 48 minutos estos llevaron al límite al ataque rival, forzándolos a cometer un total de 29 pérdidas de balón, el máximo desde que el equipo cambió Seattle por Oklahoma City.
Ben Simmons.
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Al contrario que en otras ocasiones, este alto volumen de pérdidas no vino de errores no forzados, propios de la inexperiencia del plantel rival, sino de una estrategia deliberada de presión de las líneas de pase por parte de los Sixers y de fijación sobre las recepciones del oponente. Como consecuencia de esto los Sixers consiguieron un total de 22 robos de balón, un dato que no se veía en la NBA desde el 2010, cuando los Memphis Grizzlies del Grit & Grind sustrajeron a los Wolves el mismo número de balones. Por otro lado, esta es la 26ª ocasión en la que un equipo alcanza estos guarismos en recuperaciones desde que se registran en las estadísticas, siendo la 3ª vez en la historia de la franquicia que logran algo semejante.
Más robos en un partido NBA
| Puesto | Equipo | Total | Fecha |
| 1 | Seattle Supersonics | 27 | 15 de enero de 1997 |
| 2 | Golden State Warriors | 25 | 15 de febrero de 1989 |
| 3 | Milwaukee Bucks | 24 | 6 de marzo de 1992 |
| 4 | Portland Trail Blazers | 24 | 17 de marzo de 1984 |
| 5 | Atlanta Hawks | 23 | 9 de abril de 1997 |
| 6 | Seattle Supersonics | 23 | 6 de diciembre de 1993 |
| 7 | Seattle Supersonics | 23 | 26 de febrero de 1993 |
| 8 | Philadelphia 76ers | 23 | 17 de marzo de 1984 |
| 9 | Philadelphia 76ers | 22 | 26 de abril de 2021 |
| 10 | Memphis Grizzlies | 22 | 30 de octubre de 2010 |
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La mitad de los robos vinieron a través de interceptaciones de pases y la otra de recuperaciones directas al jugador con la pelota. En ese sentido, Tobias Harris fue el más astuto concluyendo el encuentro con un total de 4 seguido de Ben Simmons, Matisse Thybulle y Joel Embiid, todos ellos con 3.
Así, los de Doc Rivers consiguieron dejar a sus oponentes por debajo de la barrera de los 100 puntos, algo que han logrado en 13 ocasiones a lo largo de esta campaña, siendo el 6º equipo que más veces lo ha hecho en la liga.
By the time we post this, we'll probably have another steal. pic.twitter.com/wxt08fQQaz
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Esta victoria servirá como punto de partida para una corta pero intensa carrera por el primer puesto para los Sixers, a quienes les restan 11 partidos para finalizar el curso. Lo positivo para sus intereses es que cuentan con el segundo calendario más accesible de toda la competición, según Tankathon, debiendo medirse en los próximos días a Hawks por partida doble y más tarde a Spurs y Bulls. A tan solo un duelo de distancia de Brooklyn Nets, Philadelphia va en busca del primer puesto del Este.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.