Si hay un equipo a quien la actual situación derivada de la crisis sanitaria le ha golpeado especialmente ese es Miami Heat. Al poco tiempo de descanso entre las Finales y el inicio del actual curso se unió una pronta entrada de un gran número de jugadores en el protocolo de salud y seguidad de la NBA, dejándoles con un balance de 6-12 en los primeros compases de fase regular. El paso de las semanas, pese a recuperar efectivos, no terminó de servir para que los de Florida remontasen el vuelo, alternando rachas de victorias con su opuesto en derrotas.
Como es habitual, la gerencia de los Heat no se quedó de brazos cruzados esperando la conclusión de la campaña, sino que fue en busca de alternativas y posibles mejoras para el plantel en forma de traspasos. El tiempo ha acabado por dar la razón a los de Erik Spoelstra y desde el final del trade deadline atesoran un balance de 4-2, siendo esos 4 triunfos conseguidos de manera consecutiva, una vez los nuevos efectivos pudieron unirse al grupo.
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La última victoria sucedió siguiendo la tendencia marcada tras el final del mercado, con cuyas adquisiciones han podido recuperar la esencia del proyecto. Los Cleveland Cavaliers sufrieron enormemente para superar la férrea defensa que Miami desplegó durante los 48 minutos, anotando apenas un 47% en tiros de campo y un 32% en triples para finalizar cayendo por 115 a 101. Por vigésima ocasión en lo que llevamos de curso los de Spoelstra dejaron a sus rivales en menos de 101 tantos, la tercera vez en los últimos cuatro partidos.
Los recientes cambios en la plantilla, con las llegadas de Trevor Ariza, Nemanja Bjelica y Victor Oladipo parecen haber surtido efecto en el rendimiento de Miami que desde el final del mercado se ha conseguido colar entre las cinco mejores defensas de la liga. Ubicados en el cuarto puesto, los de Florida han permitido apenas 101,3 de ratio defensivo y dejando a sus oponentes en un 50.2% de eFG%.
Una de las claves de la mejora de Miami está siendo, precisamente, su defensa exterior que ha dado un paso adelante respecto a semanas previas, impidiendo a sus rivales encontrar posiciones de tiro más cómodas e impidiendo que estos puedan llegar a la pintura en división por el centro. Al contrario, el mantra al interno de los Heat parece residir en evitar de cualquier modo que el manejador de balón conquiste el centro de la pintura y desde ahí pueda seguir moviendo el balón o bien penetrando a placer.
Esta apuesta reduce considerablemente la calidad de los pases hacia el exterior y condiciona el acierto que pueden tener los receptores, además de facilitar enormemente la rotación de las ayudas. No obstante, una estrategia nada sencilla de realizar por la diversidad de cuerpos que existen en la liga, con figuras con un gran primer paso y que leer a la perfección los closeouts, algo que Miami está corrigiendo con comunicación, entrega y compenetración colectiva.
Así, los Heat son el 7º equipo que menor porcentaje de acierto ha permitido en este lapso a sus rivales con un 43%, extendiéndose esto también al triple donde han concedido tan solo un 32%. Como consecuencia de esto sus oponentes solo han sido capaces de conectar una media de 21,5 asistencias en estos 4 encuentros, el 5º mejor registro de la NBA en ese tramo.
"Todo el mundo tiene intenciones puras en esto, juegan el uno para el otro, comparten y disfrutan del éxito del compañero", dijo el entrenador de los Heat sobre el momento del equipo. "Aprovechas tus fortalezas pero lo haces con la intención de jugar juntos y tratar de conseguir algo mejor".
"Tenemos muchos jugadores que pueden poner el balón en la canasta", aseguró Jimmy Butler. “Pero no es solo eso. Siento que defendimos, reboteamos, pasamos el balón, limitamos nuestras pérdidas, jugamos a cancha abierta. Esa es la forma en que queremos jugar. Así es como vamos a seguir así con las nuevas incorporaciones. Creo que encajan. Y vamos a seguir creciendo, porque tenemos mucho mejor para conseguir".
En la línea de lo expuesto por Butler, las nuevas incorporaciones para el banquillo como son Ariza y Bjelica, parecen haber caído de pie en los Heat. El primero especialmente, que ante los Cavs se fue hasta los 15 puntos en 4 de 8 triples y nadie diría que apenas ha jugado 8 partidos desde el 11 de marzo de 2020. En el caso del serbio su salida de Sacramento le ha permitido volver a poner en valor su perfil de trabajador incansable, produciendo 10 puntos, 7 rebotes y 5 asistencias en 24 minutos que sirvieron para certificar el triunfo.
“Estamos más sanos ahora. Tenemos más armas. La única forma en que eso puede ser ventajoso es si los jugadores quieren que eso funcione", resumió Spoelstra.
La cuestión Oladipo
Sin embargo, no todo son noticias positivas sobre los recién llegados ya que Victor Oladipo sigue inmerso en un proceso de adaptación, no solo por su llegada, sino a nivel físico tras la lesión sufrida en 2019 en el cuádriceps de su pierna derecha. En su segundo encuentro con los Heat, el escolta apenas pudo producir 8 puntos en un deficiente 3 de 13 en tiros de campo, aunque repartiendo 5 asistencias en 29 minutos de juego.
"Me estoy tratando de adaptar, es una nueva experiencia, es un nuevo ambiente, todo es nuevo", contó Oladipo al concluir el encuentro. "Sé que el momento llegará, no estoy preocupado por ello. Mis tiros acabarán entrando y anotaré. La consistencia llegará".
caught sleeping around Oladipo 👀 pic.twitter.com/fRABk6WGWk
— Miami HEAT (@MiamiHEAT) April 4, 2021
El escolta está viviendo una temporada extenuante. Tras iniciar el curso en los Pacers pronto fue traspasado a los Rockets donde permaneció hasta volver a ser transferido rumbo a Miami Heat, tres cambios de escenario en un año en el que las cuestiones extradeportivas afectan y mucho al rendimiento en pista.
"No olvidemos que cambió de ciudad, hubo muchos cambios diferentes, con protocolos y solo jugando partidos”, dijo Spoelstra. "Le llevará algún tiempo. Pero puedes ver cuánto aporta a lo que ya hacemos. Defensivamente, encaja perfectamente. Ese es probablemente el ajuste más rápido".
Oladipo llega en un momento complicado de su carrera donde tras salir de una grave lesión se encuentra en el último año de su contrato, teniendo de demostrar que es perceptible de recibir la suma que merecía antes del infortunio y con la necesidad de reencontrarse con su mejor versión.
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