¿Un rookie elegido MVP con 13 puntos de promedio? La temporada 1968-1969 de Wes Unseld y una premiación atípica

Author Photo
Unseld

¿Se imaginan en la NBA de hoy a un MVP que promediase apenas 13,8 puntos? Poco probable, ¿verdad?

Bueno, eso fue exactamente lo que sucedió en la campaña 1968-1969, en la que hasta hoy aparece como una de las elecciones más curiosas en la historia de los MVP de la NBA.

Más | Encuesta del día: ¿quién es el jugador más infravalorado de la NBA durante los 2000s?

Aquella distinción fue a manos de Wes Unseld, pivote de los Baltimore Bullets, quien promedió 13,8 puntos, 18,2 rebotes, 2,6 asistencias y un 48% de campo. Pero hay un detalle todavía más peculiar: se trataba de su primera temporada en la liga, uniéndose a Wilt Chamberlain (1959-1960) como los únicos rookies en quedarse con el premio.

Aunque a simple vista la decisión parece muy extraña, hay un par de factores que la justifican. O al menos, le dan argumentos en su favor.

El primero era el contexto de la competencia misma en aquella época. Estamos hablando de una era de pleno dominio de Boston Celtics, quienes para 1968 habían ganado 10 de los últimos 12 campeonatos y sumarían uno más al finalizar esa campaña.

Lejos de los números explosivos que podían tener Wilt Chamberlain u Oscar Robertson, aquellos Celtics estaban comandados por un Bill Russell que nunca superó los 18 puntos de promedio en una temporada y que hacía del juego colectivo y defensivo, su bandera.

Con Russell como la imagen del éxito, no llama tanto la atención que un jugador como Unseld fuera premiado. Pero, ¿quién era exactamente el nacido en el estado de Kentucky? Repasemos.

Se trataba de un pivote bajo (2,01 metros), incluso para la época, pero extremadamente fuerte, que había dominado las pinturas de la NCAA durante sus cuatro años en la Universidad de Louisville.

Su gran producción universitaria lo llevó a ser uno de los proyectos más buscados del Draft 1968, en el que finalmente fue seleccionado por Baltimore en la segunda colocación. ¿Quién fue primero? Elvin Hayes por los San Diego Rockets... el mismo Hayes, con el que 10 años después, Unseld se uniría para ganar el título con los Bullets en las Finales de 1978.

El oriundo de Louisville no era un dotado como anotador, pero defensivamente era verdaderamente una muralla, además de ser uno de los reboteros más dominantes de todos los tiempos y un muy buen pasador para su puesto. Su impacto en Baltimore fue inmediato.

Los Bullets habían terminado con marca de 36-46 en la 1967-1968, ubicados en el último lugar de una Conferencia Este que por entonces tenía apenas seis equipos. Pero a pesar del flojo registro, el plantel contaba con cierto talento como para imaginar un mejor futuro: tenían a un All-Star probado como Gus Johnson, además de un Earl Monroe (novato en ese torneo) que estaba dando sus primeros pasos en la liga, ya promediando por encima de los 23 puntos.

Lo que le faltaba al equipo era un pivote dominante. Leroy Ellis sencillamente no era ese jugador. Y es ahí donde la llegada de Unseld generaría una revolución.

Sin cambiar a ningún otro jugador de su cuadro principal, Baltimore pasó de tener el peor récord del Este, al mejor de toda la liga en la 1968-1969: 57-25, por encima de poderosos de la época como Knicks, 76ers, Celtics y Lakers.

Ofensivamente, los Bullets se apoyaron en el desequilibrio de Earl Monroe (25,8 puntos), Kevin Loughery (22,6 puntos) y Gus Johnson (17,9 puntos), aunque apenas pasaron del promedio en ese costado del campo. Fue, en cambio, en defensa donde los dirigidos por Gene Shue hicieron la diferencia, con Unseld como pilar principal.

Más allá de las limitaciones en los registros de la época, incluso las estadísticas avanzadas marcan al joven pivote como la pieza más importante del equipo: de acuerdo a Basketball-Reference, Unseld acumuló 10,8 win shares en esa temporada, por encima de las 8,8 de Monroe.

¿La decisión empieza a tomar sentido? Sí, Willis Reed (21,1 puntos y 14,5 rebotes), Billy Cunningham (24,8 puntos y 12,8 rebotes) o Elgin Baylor (24,8 puntos y 10,6 rebotes) también podrían haber sido seleccionados. Después de todo, tuvieron grandes números en equipos ganadores... Sin embargo, los votantes optaron por un factor clásico y francamente, incuestionable: el mejor jugador, del mejor equipo de la Fase Regular.

Mientras Bill Russell transitaba sus últimos días como jugador profesional, la NBA ya empezaba a buscar a su sucesor. Y en ese escenario, Unseld cubría absolutamente todos los casilleros.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

Autor/es
Juan Estevez Photo

Juan es productor de contenido en las ediciones en español de The Sporting News.