Después de horas por demás movidas, Russell Westbrook tuvo este sábado su primer contacto con la prensa como jugador de Washington Wizards. El base de 32 años realizó su primera atención a los medios (virtual) y analizó su llegada al conjunto de la capital tras su hablada salida de Houston Rockets. ¿Realmente quiso irse de Texas? Brodie miró hacia adelante: "Estoy aquí, en Washington. Estoy feliz donde estoy, entendiendo que es un nuevo camino y lo importante que es para mí enfocarme en el lugar en donde estoy".
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En este nuevo inicio en la capital de Estados Unidos, Russ tendrá la oportunidad de encontrarse con dos personas que valora: Scott Brooks, su entrenador en el inicio de su carrera en Oklahoma City, y Bradley Beal, un jugador al que realmente admira. "Siempre he sido un gran aficionado de su juego, porque sale a competir. Es como un asesino silencioso, porque parece no decir mucho pero cuando comienza la acción, se mete de lleno. Ha mejorado temporada a temporada, y estoy entusiasmado por poder jugar a su lado y ayudarlo de la manera en que pueda", lo elogió. ¿Y qué dijo de Brooks?
"Nos mantuvimos en contacto todo el tiempo. Fue el primer entrenador que me dio la oportunidad de equivocarme y salir a demostrar lo que puedo hacer en una cancha. Estoy agradecido por esa oportunidad, por haberme permitido hacer mi juego todas las noches. Estoy muy entusiasmado por estar de regreso con él y continuar nuestra amistad. La parte de la confianza es enorme para mí, sobre todo cuando era joven, porque me daba la oportunidad de equivocarme. Scotty me lo permitió, me permitió mejorar y estoy agradecido por eso. Es un entrenador de jugadores, con el cual podés tener una conversación, hablar de cualquier cosa, siempre está disponible para lo que quieras. Eso es algo que me encanta tener de un entrenador".
La llegada a los Wizards parece ser un contexto completamente diferente en relación a la mayoría de sus temporadas previas, en donde mayormente estuvo en equipos con aspiraciones de campeonato, algo que aún le falta en su carrera. Sin embargo, Russ fue por demás claro y reflexivo a la hora de analizar el valor de ese logro.
"No creo que no tener un campeonato es lo único que importante en un currículum, tengo una perspectiva diferente. Para mí, el legado se trata de cuántas personas impacté e inspiré a lo largo de mi camino. Tenemos la suerte de tener esta plataforma, de inspirar e impactar a mucha gente alrededor del mundo. Ser parte de una comunidad estando en esta posición es algo que me tomo con total seriedad. Cada día que pongo mi esfuerzo y energía en el básquet, también trato de ponerla para devolverle a mi comunidad. Lo he estado haciendo desde que llegué a la liga. Entiendo la parte deportiva del legado, pero para mí va por el lado de ver a cuánta gente pueda impactar, porque creo que es algo más poderoso, sobre todo por cómo estamos viviendo en nuestra sociedad", señaló.
De todas maneras, su espíritu competitivo se mantendrá como siempre. "Todas las temporadas llego con la mentalidad y el deseo de trabajar y esforzarme para ser el mejor, para ganar un campeonato. Creo que todos los equipos tratan de ser los mejores, sin importar el personal con el que dispongan. Trabajaremos para ganar la mayor cantidad de partidos posibles, sacrificaremos nuestros cuerpos, mentes y tiempo para poder hacerlo", resaltó.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.