El impacto de Michael Jordan para la historia del básquet y la NBA es imposible de dimensionar. Ni hablar si alguien tuvo el honor de compartir momentos con Su Majestad. Steve Kerr se ganó un nombre propio en el mundo de la mejor liga del mundo, no sólo tras ser una gran pieza de complemento de varios equipos de campeonato, sino también por transformarse en uno de los mejores entrenadores de la última década. Claro que el coach de Golden State Warriors no se esconde a la hora de reconocer que MJ fue un pilar determinante de todo lo que le pasó y le pasa en su camino...
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Kerr pasó cinco temporadas en Chicago Bulls, y fue testigo de algo que en estos días volvió a escena, ya que se cumplieron 25 años del famoso "I'm back" que envió Su Majestad en forma de fax para anunciar su regreso a la actividad después del retiro (con paso incluido por las ligas menores de baseball). "Recuerdo que no estábamos bien en la parte final de aquella temporada. Y Michael apareció en un entrenamiento por primera vez en un año y medio, y simplemente lanzó al aro un día. Al siguiente regresó y lo vimos en la oficina de Phil (Jackson, entrenador). Ahí pensamos '¿qué está haciendo, qué está pasando?'. Y cuando volvió por tercer día seguido, fue como 'bueno, esto es diferente, no se trata de alguien que sólo está tirando al aro porque extraña el juego", relató en una conversación en ESPN 1000 Chicago.
"Así que cuando decidió regresar, teníamos una idea de que esa vuelta se aproximaba. Pero cuando realmente pasó, fue un momento increíble porque nos dimos cuenta de que íbamos a tener la chance de jugar con él", agregó Kerr, quien recordó una divertida anécdota con Jud Buechler, miembro de aquellos Bulls de 1994-1995, antes del encuentro de regreso de MJ contra los Pacers
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"Habíamos jugado unos 65 partidos, y estábamos yendo rumbo al aeropuerto para viajar a Indianápolis y le digo a Jud: '¿qué hará Phil ahora? Llevamos 65 partidos, Michael no ha estado acá por casi dos años. ¿Pensás que será titular, que saldrá desde el banco?'. Y Jud, sin dudar, me dijo: 'Steve, Steve, Steve, escuchame. Como regla general, cuando tenés tu propia estatua en el estadio, estás en la formación titular'. Siempre recordaré ese comentario de Jud, porque el timing fue perfecto y reímos muchísimo. A la siguiente noche fue el partido en Indianápolis. Fue surrealista, realmente lo fue".
Más allá de aquella noche en la casa de los Pacers, Kerr guarda el mejor recuerdo y agradecimiento para con Jordan. "Es casi imposible describir el impacto que tuvo en la liga, así que es más fácil describir el impacto que tuvo en mi carrera. Sinceramente, si no hubiera jugado con Michael, no creo que me hubieran ofrecido un contrato con los Spurs ni hubiera tenido mi paso por San Antonio. Ni me habrían ofrecido un puesto como comentarista de televisión. Puedo decir que todas esas cosas fueron un efecto dominó que, al final, me llevaron a ser entrenador de los Warriors. Todo lo que fui capaz de disfrutar y experimentar en la NBA fue un resultado directo de haber jugado con Michael Jordan. Y no es falsa modestia, es simplemente la verdad", sentenció.
Nada como las palabras de una figura como Kerr para entender lo gigante que fue Su Majestad para todos...
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.