Quedaban poco más de cuatro minutos en el tercer cuarto cuando Russell Westbrook asustó a todos: tras disputar una pelota en la pintura con Anthony Davis, el base de Oklahoma City Thunder cayó mal sobre su tobillo izquierdo y debió abandonar el partido. A la imagen escalofriante le continuó una aún peor: tirado en el piso, sin poder moverse, sin ni siquiera pararse. El terror se sembró rápidamente en Oklahoma, temiendo lo peor: una lesión de gravedad que los dejara casi nocaut para el resto de la temporada.
Russell Westbrook rolled his left ankle pretty bad pic.twitter.com/TVSga3vtym
— Drew Shiller (@DrewShiller) November 6, 2018
Pero un día después, llegó la calma a Oklahoma: si bien sufrió un esguince en el tobillo izquierdo, los estudios realizados durante este martes revelaron que no se trata de una lesión de gravedad. Junto al resultado del análisis, la franquicia anunció que se perderá el duelo del miércoles frente a Cleveland Cavaliers. Si bien es otro asterisco en una temporada accidentada en la que se perdió los dos primeros partidos de la presente campaña, el susto fue solo un mal momento y el departamento médico del Thunder evaluará día a día su evolución.