No pasen por alto la temporada de MVP de A'ja Wilson: ya llegará su momento de ganar un campeonato de la WNBA

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Perder nunca es fácil. Perder en las Finales es algo aún más difícil de tragar.

Después de ser barrida por Seattle Storm en las Finales de la WNBA de 2020, la realidad de estar tan cerca de un campeonato pero aún tan lejos hasta ahora es la de una de las estrellas más grandes de la liga, A'ja Wilson. Pero aunque no logró el objetivo final, no veamos esta temporada como un fracaso para Wilson, sino como otro paso en la dirección correcta.

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Wilson llegó a Las Vegas Aces tan condecorada como una jugadora universitaria puede serlo. Tres veces mejor jugadora del año del SEC, cuatro veces en el quinteto ideal de la conferencia, freshman del año al llegar, tres veces nominada por consenso al quinteto ideal nacional y jugadora del año a nivel nacional en su última temporada en la Universidad de Carolina del Sur. Era una elección segura para el primer pick del Draft del 2018 y los Aces no dudaron en llevarla.

El retorno de esa inversión llegó rápido, con Wilson siendo la máxima anotadora de las Aces en su primer año promediando 20,7 puntos, 8 rebotes y 1,7 tapones con 46,2% en tiros de campo. Su performance individual le permitió ser All-Star y Rookie del Año. La franquicia encontró su estrella en la primera temporada en Las Vegas después de llegar desde San Antonio.

Wilson era un éxito para vender entradas, pero el récord del equipo no lo reflejaba: las Aces terminaron con 14-20, quedando últimas en la dura Conferencia Oeste.

Su segundo año fue mejor, habiendo Las Vegas incorporado a la australiana Liz Cambage. Cambage y Wilson juntas parecían ser un dúo de interiores que llevaría a las Aces a la tierra prometida. Al lado de Cambage, Wilson demostró la habilidad de dejarla parte del juego a otra estrella y aún así tener un impacto en el juego. Encontró otras formas de anotar y de defender a alto nivel. El combo de Wilson y Cambage lideró a las Aces desde el sótano de la liga a un récord de 21-13 y, más importante, a un puesto en Playoffs.

Las cosas se complicaron rápido en la postemporada, con un duro equipo de Chicago Sky que casi sorprende a las Aces en el cruce a eliminación directa de segunda ronda, pero un triple milagroso de Dearica Hamby mantuvo con vida la temporada de las Aces. Se sentía que la temporada de ensueño de las Aces podría ser de campeonato, pero terminaron chocando con las eventuales campeonas Washington Mystics en la siguiente ronda, siendo superadas por un conjunto más veterano. Wilson siguió a su gran año de novata con una sólida campaña de segundo año, pero falló en su debut en Playoffs.

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La tercera temporada es cuando las jugadoras normalmente dan sus mayores saltos en la WNBA. Elena Delle Donne saltó al estrellato en su tercer año ganando su primer premio MVP. Breanna Stewart hizo lo mismo, ganando el premio MVP en su tercera temporada también. Wilson también estaba preparada para dar ese salto, pero de cara a su tercera temporada, que ahora tenía expectativas de campeonato, descubrió que la base titular Kelsey Plum se perdería todo el año con una lesión en el tendón de Aquiles y Cambage optaría por no participar debido a la pandemia de Covid-19. Con las expectativas ahora ligeramente reducidas, Wilson no dejó que eso le impidiera tener un año histórico.

La joven de 24 años se consolidó como una de las mejores jugadoras de la WNBA con un promedio de 20,5 puntos, 8,5 rebotes y dos tapones por partido. Tuvo un rating de eficiencia de 25, el más alto de su carrera, y un rating ofensivo de 108,8 y uno defensivo de 96,3. Wilson se convirtió en una jugadora completa en su tercer año, dominando en ambos costados de la cancha, y al contrario de su año de novata, en el que demostró que podía manejar el estrellato, su equipo ahora ganaba. Las Aces terminaron con un récord de 18-4, el mejor de la fase regular. Como Delle Donne y Stewart hicieron antes, Wilson se quedó con el MVP de la liga y estaba lista para redimirse en Playoffs.

Publicó una calificación de eficiencia alta en su carrera de 25, una calificación ofensiva de 108.8 y una calificación defensiva de 96.3. Wilson se convirtió en una jugadora completa en el tercer año haciéndolo en ambos extremos de la cancha y, a diferencia de su año de novato, donde demostró que podía manejar el centro de atención, su equipo estaba ganando. Las Aces terminaron con un récord de 18-4, el mejor récord de la liga. Como lo habían hecho Delle Donne y Stewart antes que ella, Wilson reclamó el Jugador Más Valioso de la liga en su tercer año y estaba lista para redimirse después de su mala actuación en su primera carrera de playoffs el año anterior.

No comenzó como estaba planeado, ya que Connecticut Sun tomó una ventaja de 2-1 sobre las Aces en su serie al mejor de cinco, pero dos actuaciones de MVP de Wilson teniendo al equipo con la espalda contra la pared ayudaron a las Aces a llegar a su primera aparición en las Finales.

Sabemos cómo terminó la historia: las Storm fueron demasiado para las Aces, pero lo que Wilson ha hecho esta temporada no debe pasar desapercibido.

En tres años, Wilson se ha puesto en la conversación como una de las mejores jugadoras del mundo. En tres años ha llevado una franquicia que no existía a las Finales. En tres años ayudó a que el baloncesto creciera en Las Vegas. Si estuviste siguiendo la historia de A'ja Wilson, ya sabrás que no hay que descartarla. Ella y las Aces han ido mejorando año tras años y, como es probable que Plum y Cambage regresen el próximo año, las Aces volverán a ser favoritas para competir por un título.

Entonces, mientras todo el mundo de la WNBA elogia de forma legítima a las Storm, a Stewart y a la incomparable Sue Bird, hay que saber que A'ja Wilson está esperando a un costado. 

Su momento llegará.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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Carlan Gay Photo

Carlan Gay is a deputy editor at The Sporting News.