Trae Young sometió a Detroit Pistons con un partido escandaloso: 38 puntos, 9 asistencias y 7 rebotes

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Un talento especial, esa es la palabra.

Trae Young es una máquina de entretener y jugar. Un base muy especial cuyo talento y desparpajo apuntan a marcar una era en Atlanta Hawks. Comenzó la temporada como terminó la anterior: a un nivel altísimo de juego, bailando rivales y haciendo jugar a los suyos.

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Victoria de los Hawks sobre Detroit Pistons por 117-100. Un partido que comenzó animado por el espectacular inicio de Trae Young y de John Collins. La pareja de Georgia es por partes iguales talentosa y joven. Se entienden entre ellos y les esperan muchos años compartiendo pick&rolls.

Lloyd Pierce, entrenador de los Hawks, introdujo a De'Andre Hunter y Cam Reddish como titulares. Los dos novatos y seleccionados con los picks 4 y 10 del pasado Draft tuvieron actuaciones muy diferentes. Mientras Hunter anotó 14 puntos (5-8 en tiro, 2-3 en triples), ayudó en la defensa y se involucró en el ataque desde el primer minuto, de Reddish se vio una versión muy parecida a la de Duke: apagado (1 punto, 0-6 en tiro) y en un segundo plano.

Kevin Huerter no comenzó como titular por su restricción de minutos. Se perdió la pretemporada por lesión y actuó como segundo base del equipo cuando entró por Trae a cancha. No es sólo un tirador o un anotador -la pasada temporada recibió comparaciones con Klay Thompson- sino que puede hacer más con el balón y ejercer de generador. Necesita tomar ritmo: 0 puntos (0-3 en tiro), 5 asistencias y 4 rebotes en 14 minutos.

Y John Collins, qué decir de este interior moderno. Posiblemente sea uno de los destacados jóvenes más desconocidos entre el gran público. Su progresión es imparable y muestra nuevos recursos. Sólido partido con 18 puntos y 10 rebotes, además de 2 robos y 1 tapón. Muestra mejora en defensa, gran noticia para Atlanta.

Los Pistons sin Blake Griffin son menos equipo. Es así. A Andre Drummond le acompañaban de inicio Reggie Jackson, Bruce Bowen, Tony Snell y Markieff Morris. Un quinteto peleador y con jugadores bajo el radar, pero al que le falta calidad.

Más allá de Drummond (21 puntos, 12 rebotes, 4 robos, 1 tapón) que estuvo bien en ataque aunque tuvo fallos defensivos, nadie del quinteto destacó. Lo mejor para la franquicia de Míchigan es el poder que tienen en la segunda unidad: Luke Kennard y Derrick Rose. Kennard pisó el parqué y anotó tres triples consecutivos, mientras que Rose lució muy fino y eficiente.

Jabari Parker también impactó de forma muy positiva en el ataque de Atlanta. Es diferente a los perfiles que tienen y nada más entrar se lució como referencia anotadora con 9 puntos. Pero volvamos al protagonista de la noche. Volvamos a Trae Young.

El sophomore desquició a los Pistons y marcó el ritmo del encuentro. Con 38 puntos (11-21 en tiro), 9 asistencias y 7 rebotes, Young dirigió a los Hawks en un primer cuarto en el que veía el aro como una pileta. El partido se fue apretado al descanso, pero en el tercer cuarto los Hawks marcaron diferencias con un buen parcial (31-18). Tras el descanso fue la defensa y Trae. Poco más necesitan.

Sólo hay 11 jugadores en la historia de la NBA que, en su segunda temporada, hayan registrado un partido de al menos 38 puntos, 7 rebotes y 9 asistencias. Así el bueno de Trae se une a una lista con Jerry West, Isiah Thomas, Oscar Robertson, Magic Johnson y LeBron James.

Hubo buenos minutos de De'Andre Bembry, el histórico debut de Don Vince Carter en esta nueva temporada y una victoria merecida para los Hawks. ¿Hasta dónde puede llegar el equipo de Atlanta? Buena pregunta. Su techo es enorme y la expectativa alrededor del equipo, importante.

Con un talento tan especial como Trae Young en la Conferencia Este conseguir los Playoffs se convierte en tarea posible. Y si no, por lo menos los seguidores de los Hawks pueden disfrutar de semejante mago.

Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.

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