Las Finales no suelen estar hechas para novatos, sino para equipos experimentados, con líderes veteranos. Sin embargo, a lo largo de la historia de la liga encontramos algunas honrosas excepciones de rookies que lograron dejar su huella en esas instancias.
Imposible que el repaso no comience con el único novato que no solo brilló en unas Finales, sino que además se quedó con el MVP. Hablamos por supuesto de Magic Johnson, quien en la definición de 1980 ante los Philadelphia 76ers promedió 21,5 puntos, 11,2 rebotes y 8,7 asistencias, con un decisivo Juego 6 que ya empezó a ponerlo entre las grandes leyendas de todos los tiempos: 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias, en una noche en la que titularizó como pivote, debido a la lesión de Kareem Abdul-Jabbar.
Magic es solo uno de cinco novatos en haber promediado por encima de 20 puntos en unas Finales. La tabla la comanda la primera gran súperestrella de la liga, George Mikan, quien en 1949 tuvo una media de 27,5 unidades, ayudando a los Lakers a vencer a los Capitols por 4-2. Para poner en contexto lo que significaba tener un promedio de puntos semejante en aquella era, vale mencionar que ningún otro jugador de ninguno de los equipos superó los 14 y que Minneapolis se consagró campeón anotando 78,5 tantos por juego.
¿Otro Laker que lo consiguió? Elgin Baylor en 1959, promediando 22,8 puntos y 11,8 rebotes como novato. Sin embargo, Minneapolis no pudo ante los Celtics de Bill Russell y cayeron por un contundente 4-0.
Curiosamente, el máximo anotador de ese Boston fue Tom Heinsohn, quien dos años atrás en 1957, había conseguido un hito idéntico como novato: promedió 24 puntos y 12,6 rebotes en una definición ante los Hawks de Bob Pettit. En uno de las Finales más parejas de todos los tiempos, la llave llegó a un séptimo partido, ganado por los Celtics por 125-123. ¿La figura de esa noche? El propio Heinsohn con ¡37 puntos y 23 rebotes! Sino hubiera existido la hazaña de Magic en 1980, probablemente se trataría de lo mejor de un novato en la historia de estas instancias.
El quinto nombre de la lista es el de Alvan Adams, pivote que brilló para Phoenix en las Finales de 1976 ante Boston, promediando 23 puntos, 10,2 rebotes y 4,7 asistencias. Los Suns, sin embargo, cayeron por 4-2 ante un equipo dirigido por... ¡Tommy Heinsohn!
Desde las Finales del 2000 en adelante, son muy pocas las actuaciones relevantes de un novato en Finales. De hecho, en esos 20 años, apenas ocho rookies registran al menos 50 minutos totales disputados: Raja Bell con Philadelphia en el 2001, Richard Jefferson y Jason Collins con New Jersey en el 2002, Manu Ginóbili con San Antonio en el 2003, Luke Walton con los Lakers en el 2004, Daniel Gibson con Cleveland en el 2007, Courtney Lee con Orlando en el 2009 y Jordan Bell con Golden State en el 2018. De ellos, solo Manu y Bell terminaron consiguiendo el anillo.
¿Las mejores actuaciones de esos ocho nombres? Gibson promedió 10,8 puntos en la barrida sufrida por los Cavs ante San Antonio, mientras que Manu tuvo una media de 8,7 tantos y 4,5 rebotes en la victoria de los Spurs ante New Jersey. Del otro lado del espectro aparece Courtney Lee, quien en el Juego 2 de las Finales ante Los Angeles falló un alley-oop de último segundo que le hubiera dado el triunfo a Orlando y empatado aquella serie uno a uno.
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En términos de actuaciones tope en un partido, Magic y Mikan están igualados en lo más alto con 42 puntos, seguidos por los 37 de Heinsohn, nuevamente Mikan con 35 y Elgin Baylor con 34. Alvan Adams (33) es el único otro rookie en superar las 30 unidades. ¿Las cifras más altas en el nuevo milenio? Gibson con 16 y 15 en un par de encuentros, mientras que Manu y Lee lo siguen con 12.
¿Se sumará Tyler Herro a estos nombres en el cruce ante los Lakers? Si nos guiamos por lo hecho hasta ahora en esta postemporada, todo indicaría que así será.
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