Es increíble la facilidad con la que rompe defensas. Pese a llevar solo 11 partidos como profesional, acostumbra ya a sumar y sumar puntos sin aparente complicación. Da igual que sea un corte liberado tras dejar atrás al defensor, por encima de dos o ante un gran marcaje con cambio de mano incluido. Lo hace tan sencillo.
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El último partido de Zion Williamson antes de debutar en la NBA fue el 18 de octubre del pasado año, en el último de la pretemporada. El producto de Duke maravilló durante sus cuatro participaciones, dejó un sabroso aperitivo de lo que vendría después. Hubo que esperar tres meses hasta su vuelta tras una lesión en el menisco de la rodilla izquierda: el 22 de enero fue su estreno y, desde entonces, juega a placer.
Duelo importante en el Moda Center en la noche del viernes. Los New Orleans Pelicans visitaron Oregon con el objetivo de recortar distancias en su carrera para acercarse a los Grizzlies. También en su lucha, los Portland Trail Blazers necesitan sobrevivir sin Damian Lillard. Tarea complicada en la que Zion se interpuso: 25 puntos, 4 rebotes, 3 asistencias y 1 robo en 29 minutos, con un 10 de 17 en tiros.
Se convierte así en el jugador más joven de la historia de la competición que anota más de 20 puntos en 7 partidos seguidos. El anterior fue Carmelo Anthony en 2004, justo uno de los rivales que tenía enfrente (para defensa de Melo, dejó este movimiento old shool ).
Ya no es solo la sencillez con la que flota por la cancha, se filtra por las defensas y anota tras buenas circulaciones del equipo. Empieza a ser más que eso sin apenas poder contar sus semanas jugando en la liga con los dedos de una mano. Williamson está desarrollando una química especial con Brandon Ingram, y no existe una mejor noticia para los Pelicans.
Que sus dos jugadores de mayor techo y que, a nivel atlético, pueden desplegar mayor poderío en la cancha se entiendan como si llevaran años juntos es un regalo. También, por supuesto, por el ambiente y trabajo de la franquicia, con excelentes decisiones en los últimos meses (David Griffin). Así, Ingram busca a Zion. Saben donde están y cómo se mueven. Es algo evidente durante el partido y los highlights recopilan los resultados más directos.
"Me fijé en él (Ingram) y dije, 'Somos solo tú y yo, un juego de dos. Vamos a alimentarnos el uno al otro'", analizó el 1º del Draft 2019. "Es un gran jugador. Puede llegar a la canasta sin problemas. Puede anotar desde la media distancia, puede anotar de tres. Como compañero, solo trato de hacer lo posible para que sea lo más fácil para él".
Como jugadores inteligentes, ambos conocen la importancia de sacar lo mejor el uno del otro para el proyecto del equipo y sus carreras. Alineaciones con Ingram de cuatro abierto ofensivo y responsabilidades sobre balón, más un Zion ejerciendo de cinco destructor con el que se entiende. Que la salud les respete.
B.I. dishing out absolute dimes 👀 pic.twitter.com/fU8OdJLlRM
— New Orleans Pelicans (@PelicansNBA) February 22, 2020
“El estar metiendo puntos está abriendo muchas otras cosas. Veo a muchos compañeros cerca del aro o para un skip pass”, apuntó Ingram. "Veo a varios en el perímetro cada vez que entro a canasta, simplemente atrayendo tanta atención".
La muestra es pequeña, aun así el dominio es brutal. Brandon y Williamson han compartido pista un total de 338 posesiones, la mayoría (232 poss.) en el quinteto titular junto a Lonzo Ball, Jrue Holiday y Derrick Favors. Ese cinco ha anotado 115,1 puntos por cada 100 posesiones y ha encajado 94,8 puntos por 100 posesiones. Para dar algo de contexto, el quinteto titular de los Bucks, número 1 de la clasificación, acumula un 109,3 de ratio ofensivo (puntos x 100 posesiones en ataque) y un 90,1 de ratio defensivo.
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El ex de Lakers firmó 16 puntos, 6 asistencias y 4 rebotes con un 5 de 8 en tiro (128-115). Anotaron 20 de los 26 primeros puntos del equipo en el partido. La manera de convertirlos fue simple para ellos y visiblemente más apreciable desde fuera.
Los Pelicans ganaron un partido importante con la pareja estelar como protagonista. Tienen un 24-32 de récord (11º), están a 0,5 de Portland y a 4 del 8º puesto. Y de momento el balance con la gran estrella es de 6-5, aunque importan y gustan más las formas de jugador diferente, de figura generacional.
Las opiniones aquí expresadas no reflejan necesariamente aquellas de la NBA o sus organizaciones.